Año: 2017
Sello: Selfmadegod Records (CD/digital) / Lycanthropic Chants (vinilo 12").
País de origen: Italia
Abonados a Puro Ruido, y una de las bandas con las que más me he encariñado en estos últimos años. Si bien los descubrí un poco tarde (los escuché recién cuando sacaban su disco debut "Slaves to the Necromancer", del 2009. Ya llevaban unas cuantas grabaciones encima suyo cuando lanzaron el primer full lenght), me metí de lleno en el universo sonoro del grupo de forma inmediata y definitiva apenas los escuché. Y me enamoré de su música cuando escuché el segundo disco full del grupo, el genial "Atrocious", del año 2014, y del cual hice la debida reseña. Pues, tras dos discos compartidos y un compilado, y habiendo pasado tres años del genial "Atrocious", el combo de herederos de Repulsion e Impetigo vuelve al ruedo con un disco digno de una banda entrañable como ellos.
Miren, esto es simple de decir, pero no sé si es tan fácil de entender. Haemophagus han logrado capturar la frescura y la locura de las dos bandas antes mencionadas, esa capacidad para hacer que sus canciones suenen siempre memorables, aun cuando los elementos que usan para crearlas sean archiconocidos por todos nosotros. Pero ellos se las ingenian para hacer que composiciones hechas con los mismos componentes que usan miles de bandas, en manos de Haemophagus suenen geniales, frescas, divertidas. Y la locura está todo el tiempo, omnipresente, infectándolo todo. Mas, no es una locura inquietante sino una demencia que contagia y absorbe al oyente, que lo pone del lado de la banda y que hace que uno disfrute a rabiar de dicha demencia.
"Stream of Shadows", que para eso es esta reseña, para hablar de este disco, nos trae a un grupo que ha alcanzado su estado de madurez musical, pero que en ningún momento pone en riesgo su soltura y desenfado. O sea, que la música haya madurado no quiere decir que la banda deba perder esa esencia que siempre los caracterizó. Y esto queda en claro apenas comienza el disco con dos pistas directas al mentón: "Shadowline" y "Tombtown", dignas de una banda como Haemophagus. Luego vienen dos canciones que levantan la temperatura hasta hacer que nos calcinemos: "Blastmaniacom!" (que podría haber sido firmada por los Impetigo más salvajes), y "Deranger" (pura violencia sonora). A partir de ahí, los mazazos se suceden incesantemente hasta el final del disco, con algunos momentos alucinantes, tal es el caso de "Meteor Mind" (Haemophagus en su estado más puro) y la colosal "Twisted Syllables", la gema del disco.
35 minutos de Death/Grind desfachatado, muy intenso y alocado. Mas, lo mejor es que no han perdido su gusto por el Rock'n'Roll, ni han dejado de lado los arreglos del tipo bluesy, ni nada de lo que los ha caracterizado desde un comienzo. Pero, como buena banda que se precie de haber crecido, han metido más ideas de tinte más técnico, sin que ellos implique caer en el ya aburrido shredding ni en el virtuosismo estéril. O sea, esto es Haemophagus, y todo cambio es usado por el grupo para potenciar lo que ya existe, no para alejarse de lo que son. Es por eso que los quiero tanto.
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