Año: 2016
Sello: Distro-y Records
País de origen: Irlanda
Al sello irlandés Distro-y Records uno, o sea yo, lo tiene ligado al Punk en casi todas sus formas. Motivos para hacerlo me sobran, y si hacen un recorrido por este blog encontrarán unas cuantas reseñas que yo mismo hice de discos lanzados por dicho sello, todos trabajos de bandas punkies que se mueven dentro del espectro más puro del mismo. Mas, hoy la cosa cambia bastante pues Distro-y Records, en esta ocasión, nos traen una banda de Stoner a la cual hay que prestarle atención. No, no han editado al grupo de Stoner que le va cambiar la cara al estilo, ni sucede que esta banda esté cambiando algo dentro del género. Pero tienen lo suyo, y ahora mismo me pongo a explicarlo.
Lo de Harvester en su segundo disco full (el primero se llama "The Blind Summit Recordings", del año 2013) contiene todo lo propio del Stoner Metal, con riffs que tienen tanto de Sabbath como de Kyuss, un bajo que aporta graves en la vena del sonido pesado de los 70's, un baterista con groove y buen tempo rockero, y un vocalista de voz aguardentosa. Hay groove, el consabido toque monolítico en los riffs, y aires ruteros en varios pasajes. Pero, no se quedan ahí y van tomando cosas en el camino, cosas que provienen de otros estilos y/o géneros.
Primero que nada, el trabajo vocal tiene mucho de bandas como Tad o los primeros Nirvana, sobre todo por lo agresivo y directo en la forma de cantar de Gavin Grealy, guitarrista del grupo, también. Pero, no conformes con tomar algunos aspectos del sonido de dichas bandas, los irlandeses de Harvester no temen exponer su amor por Iron Maiden, y por la NWOBHM en general. Y esto se nota en 1- arreglos de guitaras gemelas que ejecutan melodías épicas que se alejan del típico molde guitarrero del Stoner, y 2- riffs y tempos que me recuerdan claramente a los momentos (y bandas) más rockeras de la explosión metalera más importante de todos los tiempos. Escuchen el trabajo de Grealy y Bryan Higgins en la primera canción del disco, y saquen sus propias conclusiones.
De cualquier manera, no todo es rosas aquí, pues hay algunos detalles que no provocan en mí el efecto que deberían provocar. Veamos, hay partes en donde una de las guitarras suena como si la batería del pedal de distorsión se estuviera agotando, y eso juega en contra del sonido del grupo, cuya crudeza exige que las guitarras conformen una muralla sonora que, a fin de cuentas, nunca termina de levantarse del todo. Y, otro detalle que podría citar como negativo, es que Gavin tiende a repetir algunas armonías vocales, aportando algo de monotonía al disco. De todo lo demás, masterización de James Plotkin incluida, no tengo nada malo que acotar.
La banda entretiene, es intensa y el disco no es extenso, por lo que no llega a cansar en ningún instante. Y, además, hay canciones como "Wrought" o "Past the Mantle", que hacen que la calidad compositiva se eleve por encima de la media, aunque sea por un instante. Además, este disco permite confirmar que, editen lo que editen, Distro-y Records es realmente un buen sello.
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