Totten Korps - Supreme Commanders of Darkness

Año: 2016
Sello: Blood Harvest (Vinilo 12") / Apocalyptic Productions (CD digipack) / Pathologically Explicit Recordings (CD)
País de origen: Chile

Banda pionera del Metal Extremo en Chile, Totten Korps son una entidad tan brutal como longeva y, por supuesto, muy respetable. Formados en 1989, separados en 1994 y vueltos a juntarse en 1998, los de Santiago poseen un historial intachable en el terreno del más sombrío Death Metal, lanzando discos ominosos y devastadores que merecen ser escuchados en su totalidad, y que sirven para 1- confirmar que estos tipos merecen el mote de Leyenda Viviente del Death Metal Sudamericano, y 2- confirmar que Chile tiene a varias de las bandas más malvadas en la escena mundial del Death Metal.
"Supreme Commanders of Darkness" es el segundo disco full del grupo chileno, aunque entre su debut ("Tharnheim: Athi-Land-Nhi, Ciclopean Crypts of Citadels", 2001. Repulse Records) hay un split y dos compilados. Previamente al debut discográfico absoluto, la banda había lanzado tres Demos y un EP. Todas verdaderas muestras de adoración al estilo musical más brutal que haya existido, cabe acotarlo.
En lo que respecta al disco que hoy les traemos, el mismo sigue la línea bestial y obscura de siempre, con influencias de Morbid Angel, pasajes en donde me recuerdan a Nile, y dejos de Immolation en determinados pasajes. Por supuesto, todo esto traspasado por el típico ataque rabioso que ha caracterizado a las bandas extremas sudamericanas desde los comienzos de esta historia. Además, como ya dije, son chilenos y eso asegura un grado de vehemencia bastante alto, sumando el detalle de la insidiosa forma que tienen estos muchachos de ejecutar sus canciones. ¿Dije la palabra ejecutar? No es casual pues estos animales parecieran estar ejecutando a sus víctimas, ya que parecieran ser varias víctimas a lo largo y ancho de la placa. Como si se tratase de un comando de élite diseñado para aniquilar a los débiles, Totten Korps descargan su música tal y como debe hacerse en éste rubro: de forma insana, despiadada y sin dar un sólo respiro.
Podría decir que los pasajes más lentos y arrastrados (como en "Hastur's Voice Echoes in Our Minds", con su aire a la Morbid Angel cuando tocan lento) son una forma de darle respiro al oyente. Mas, el viciado aire que rodea al álbum permite apreciar la ausencia de momentos de calma; acá, hasta los momentos en donde la velocidad no arrecia son absolutamente brutales. Además, mientras más bestias se ponen, mejor suenan. Escuchen "I Dwell in the Mind of the Gullible" o el track que da nombre al disco, que es el que abre el bombardeo, y luego me dicen si no tengo razón. Aunque mi favorito sea "Amarduk", canción que, justamente, va por el lado de los ritmos arrastrados que devienen en blast beats inhumanos, una combinación que es, a su vez, un resumen de lo que es el estilo del grupo.
Quizás, como única crítica negativa que puedo adjuntar a la reseña está el hecho de que el disco se hace un poco repetitivo por momentos, como si hicieran hincapié en ciertos patrones rítmicos y en riffs precisos, algo que resta antes que sumar. Sin embargo, "Supreme Commanders..." es tan furioso y envolvente que ni el detalle antes mencionado logra hacer mella en el resultado final. O sea, es un buen disco, a fin de cuentas. Un disco realmente bueno.

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