Año: 2017
Sello: Innerstrenght Records
País de origen: USA
Siempre lo digo: una sociedad violenta como la norteamericana, debe tener una buena cantidad de bandas realmente violentas. Por suerte, esto es así: en USA sobran las bandas que se dedican a tocar música jodida, pesada, violenta y oscura hasta decir basta. A lo largo de la historia han surgido bandas con estilos diferentes, pero igual de agresivas, sin importar el género al cual se dediquen. Hoy las cosas no han cambiado en ese terreno, por eso siguen apareciendo bandas terriblemente feroces, duras, virulentas. Sunligh's Bane es parte de la nueva camada de bandas jodidamente agresivas, y se posicionan entre las que parecen estar destinadas a ser conocidas y admiradas por los fans de la música extrema en general.
El disco debut de la banda procedente de Michigan, y sucesor del split que lanzaron junto a Geist, es un compendio de influencias provenientes de los sectores más odiosos y caóticos del espectro duro de la música, tal es el caso del Grindcore, el Black Metal, algo de Hardcore bien denso, arranques de Powerviolence que devienen en Sludge (esos rebajes arrastrados, con gritos enfermizos, que pueden convertirse en ataques de velocidad iracunda, y de nuevo a la lentitud empantanada, son propios de las bandas de Powerviolence que coquetean con el Sludge), y hasta toques de Beatdown que les calzan de mil maravillas. Fusionan todo eso y no les queda ni un espacio para que el Error entre en la propuesta: lo hacen muy bien.
Además, poseen un sonido eléctrico, pesadísimo, vibrante hasta hacer sentir al oyente en medio de un terremoto. A veces, el terremoto se expande a toda la velocidad ("Praise the Venom Shield"), en otras nos abofetean lenta y pesadamente, con un volumen que va en aumento y saturando hasta volverse una insana bola de ruido ("Dance of Thorns", mi gran favorita), y en otras meten un poco de todos los estilos antes mencionados, de forma magistral, sin fisuras.
Una voz que se desgarra en cada grito. Las guitarras esgrimen notas como si fueran armas, y las influencias se acomodan entre los riffs hasta fundirse entre sí, pasando del Grindcore al Black como si nada (escuchen el riff y la cadencia en "The Blessed Ivory Tongue"; Black Metal de primera línea), y así todo el disco. Y la base explota en diferentes direcciones, usando diferentes matices rítmicos, pero siempre con algo en vista: aplastar al oyente. Lo logran de principio a fin, no caben dudas de ello.
Joder, los tenía del split con Geist, al cual voy a reseñar en breve, y los tenía bien conceptuados. Mas, éste disco me superó en todo aspecto: expectativas, concepto que tenía de ellos y el respeto que ya les tenía. Todo esto ha crecido, y los responsables son los muchachos de Michigan, quienes no escatimaron nada a la hora de autosuperarse. Y sí, lo voy a tener en cuenta a la hora de elegir mis discos favoritos del 2017.
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Clawhammer PR
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