Año: 2016
Sello: Independiente
País de origen: Australia
Modernos, viscerales, técnicos y acompasados, estos australianos llegan a su primer disco full mostrando cualidades que tal vez no serán del agrado de los fans de la vieja escuela del Death Metal, pero que seguramente harán disfrutar mucho a los fans del más moderno Death Metal, como así también a los que, como yo, buscan siempre cosas nuevas y atractivas. Pues estos dos últimos términos que usé para finalizar la oración anterior (Nuevas y Atractivas) encajan de mil maravillas con lo que hacen los muchachos procedentes de Brisbane, quienes ya habían lanzado algunos trabajos previamente, de los cuales no voy a opinar pues no los escuché. Lo concreto es que In Death...cuentan en su haber con 2 EP's (uno autotitulado y otro llamado "Thanatos"), más un Demo del año 2008. Según las críticas que leí, lo hecho en éste primer disco full se parece bastante a lo hecho en su anterior EP "Thanatos"; insisto, no soy quién para opinar, pero, dicha comparación me obliga a buscar al antecesor de "The Devil Speaks" y escucharlo atentamente.
En lo estrictamente musical, estos aussies me recuerdan al Decapitated de los últimos discos, aunque más enfocados en su formato más Death Metal, sin tanto Djent, y con un énfasis considerables en el groove. Todo esto queda expuesto apenas comienza el disco con "Malignancy Eradicated", uno de los puntos altos de la placa. De hecho, no hay puntos flojos en todo el disco, aunque tampoco es para llenarlos de elogios; hacen las cosas sin bien, sin altibajos, y hasta con algunos momentos realmente interesantes, eso sí. No son una banda deslumbrante, pero poseen una firmeza y una contundencia envidiables, además de que la destreza que muestran como instrumentistas está fuera de toda discusión.
Sonido hi-fi, otro detalle que los aleja bastante de la vieja escuela del Death Metal, pero que permite que uno pueda apreciar con lujo de detalles cada arreglo, cada parte, cada sutileza. Porque sí, en éste disco, además de poder visceral y pesadez, hay sutilezas. Es por eso que no les queda nada mal la etiqueta Technical Death Metal, y es por eso, también, que debo volver a hablar de modernidad cada tanto.
Dije que, si bien el disco no es una obra maestra, hay canciones que descollan. Esas son, para más datos, la que da nombre al disco y la muy intrincada "King of the Deadpool", pista que me hace pensar en Meshuggah tocando Death Metal. Ambas llegan sobre el final del disco, permitiendo que esa sensación de calidad in crescendo cobre fuerza y se afirme como un recurso muy bien usado por la banda.
Por cierto ¿estos tipos aun no tienen contrato discográfico? En caso de que hayan conseguido un contrato, pues me alegro por ellos. Ahora bien, si aun no lo tienen ¿qué esperan los sellos discográficos para fichar a estos australianos?.
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