Año: 2016
Sello: Memento Mori
País de origen: USA
Hacía mucho que no escuchaba un disco cuyo contenido estuviera tan en sintonía con el título de la obra. Veneración de la inmundicia, esa sería la traducción del nombre de la placa, encaja a la perfección con la clase de Death Metal que tocan estos texanos.
Hace dos años reseñé el primer disco de la banda, un álbum llamado "Unworldly Summoning", editado también por Memento Mori. En aquel álbum encontré una demostración de Death Metal mugriento y ominoso, de la vieja escuela al 100%, sin ningún agregado moderno que pusiera en riesgo toda la crudeza que emanaban estos norteamericanos. "Veneration of Filth" es casi lo mismo que su antecesor, pero más crudo y más sucio aun.
El bajo suena terriblemente descarnado, con las cuerdas tan flojas, pero tan flojas, que pareciera que su sonido se vuelve líquido o pantanoso, según el momento. Las guitarras, cuya técnica no es la más depurada, vomitan riffs tan espesos y negros como el alquitrán, con ese sonido cuasi Punk, pero con toda la densidad propia del Death Metal. La batería entra en la misma línea: simple, directa y contundente, nada de andar complicando el panorama con tecnicismos más propios de un Obscura que de una banda que hace de la crudeza un culto. Y la voz, como siempre, como en el primer disco, es pura vieja escuela: vomitiva, gutural, agonizante.
Me recuerdan a bandas como Blood (los germanos), los Crucifix texanos (seguramente han crecido escuchando a esos brutos), los primeros discos de Grave, Necrophagia y Autopsy, sobre todo porque les gusta moverse entre la porquería de olor putrefacto que tan bien usaran aquellas bandas antes mencionadas durante años (sobre todo en los comienzos del Death Metal).
El sonido es lo-fi hasta la médula, no hay un solo coqueteo con el sonido hi-fi ultra-digital que usan las bandas de Death Metal moderno; esto es pureza death metalera en su máxima expresión, así es como les gusta a los Church of Disgust y punto. Además, les sale realmente bien, por lo que no tiene sentido exigirles cambios en la propuesta.
"Veneration of Filth" no es un disco de grandes canciones, pero sí es un disco muy compacto, sin baches ni fisuras que hagan mella en la totalidad de la obra. Es de esos discos que se escuchan de un tirón y a todo volumen. Sí, como los viejos discos de Death Metal, aquellos con los cuales crecimos muchos de nosotros, aquellos con los cuales, seguramente, han crecido estos texanos.
Dato extra: el genial cantante/baterista de Nocturnus, y otrora miembro de Morbid Angel Mike Browning, mete su voz en "Sunken Altar of Dagon".
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