martes, 24 de enero de 2017

The Furor - Cavalries of the Occult


Año: 2017
Sello. Trascending Obscurity Records
País de origen: Australia

A The Furor lo vengo siguiendo, sin ser un fan del grupo, desde su tercer disco, un álbum editado en el 2011 y titulado "War upon Worship". Me gusta lo que hace Disaster (o Dizazter, es lo mismo) junto a sus compañeros, aunque no me enloquece. Lo encuentro un poco exagerado en su manera de ser Metal. A ver, voy a ser más claro: esto es demasiado Metal, todos los clichés propios del Metal están realzados aquí en todas las maneras posibles. El sonido brilloso reviviendo el chocar de las espadas (muy buen trabajo de Nizam Aziz de Impiety tras la consola), la voz gritona, las líricas de corte bélico/apocalíptico, la estética, todo, absolutamente todo está llevado a un nivel de exageración que hace que The Furor no llegue a sacudirme tal como debería hacerlo. O sea, su mezcla entre Black, Thrash y Death Metal está muy bien lograda, es realmente precisa y furiosa la forma en que encaran su propuesta estos australianos, y demuestran tener un talento natural para éste tipo de música. Pero la banda en sí no termina de llegarme, no me compran.
Así y todo, me gusta todo lo que he escuchado de ellos hasta la fecha. "Cavalries of..." no es la excepción a la regla, y eso se debe a que Disaster (nacido como Louis Rando, también miembro de Impiety y Mhorgl, entre otros) es un gran conocedor de las formas y detalles propios de los géneros mencionados más arriba. Esto queda en evidencia apenas comienza el disco, justamente con una de las mejores canciones del álbum: "30 Year War". Riffs filosos, velocidad, precisión y rabia. Todo bien condensado y puesto al servicio del oyente para que éste imagine un escenario violento y sanguinario, mientras la banda desgrana su Metal Extremo directo. Y así como dicha pieza logra sacudirme el esqueleto sin problemas, el resto del disco me entretiene, tal como todo lo que he escuchado de The Furor hasta la fecha, pero sin llegar a lo más profundo de mi ser.
No hay nada aquí que yo no haya escuchado cientos de veces, más allá de que Dizazter y los suyos no son ningunos improvisados en la materia. Tocan muy bien, el sonido ayuda a que sus dotes como instrumentistas puedan ser apreciadas, y como compositor, Rando es bastante bueno. No logran que la sensación que me provoca el primer track se mantenga a lo largo de toda la placa. Es más, ésto mismo ya me sucedió con los discos anteriores. Mas, la intensidad en su música, la ferocidad en las interpretaciones, logran compensar cualquier falencia, tapar cualquier hueco.
Dicho de otra manera, la música del grupo es lo suficientemente viciosa y poderosa como para hacer que cada nuevo disco del grupo resulte digno de ser escuchado. Es más, mientras escribo esto, escucho la placa por cuarta vez y pienso "esta banda debe sonar muy bien en vivo". Con esto quiero decir que me gustaría verlos en vivo. No sé si me compraría un disco de The Furor, pero suenan tan fuerte, y hacen lo suyo con tanta honestidad, que me dejan pensando en cuan buenos deben ser sobre el escenario.

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