Año: 2016
Sello: Dark Descent Records
País de origen: USA
Tres músicos experimentados, talentosos y que aun tienen ganas de patear culos, se juntaron con la premisa de tocar buen Death Metal, y lo hicieron. La prueba de ello es el primer álbum de la banda a la cual me refiero, Ruinous, y el disco se ha encaramado como una de las sorpresas más gratas en materia de Death Metal en el 2016. Sin ser la mar de originales, sin llegar a ser una banda alucinante, Ruinous han procreado una placa que contiene muchos condimentos bien usados, puestos en el lugar correspondiente, además de componer canciones muy interesantes.
Se los compara con el Funebrarum de "The Sleep of Morbid Dream", uno de los grandes discos de Death Metal de nuestros tiempos. Sinceramente, creo que la comparación viene más por el lado de que Ruinous cuenta en sus filas con 3 ex miembros de Funebrarum, antes que por el hecho de que la música del grupo realmente se parece a la de dicha banda. Ruinous contiene elementos de muchas de las bandas por las cuales han pasado estos experimentados músicos: Incantation, Master, Kalopsia, y ahora sí, Funebrarum. Pero también hay cosas que me recuerdan a Bolt Thrower y su groove machacante, tal es el caso de "Dragmarks", uno de los mejores momentos del disco.
"Grave of Ceaseless Death" es un disco con una vibra oscura y virulenta, y todos los integrantes de la banda aportan lo suyo para que así sea. Alex Bouks, actual miembro de Immolation y uno de los miembros legendarios de Goreaphobia, siempre ha demostrado ser un guitarrista talentoso e idóneo para el Death Metal. Aquí no hace más que confirmarlo con un catálogo de riffs, armonías y escalas que tienen de todo: oscuridad, furia, melodía, disonancias, caos y horror. Mas, Matt Medeiros en voz y guitarra (buen trabajo de Medeiros en la parte vocal, fluctuando entre el growl de ultratumba y el grito frenético y de tonalidad más bien alta), y Shawn Eldridge en batería (Contundente, firme y con una cantidad de variantes para nada despreciable), no siguen a Bouks sino que se le unen para conformar un bloque homogéneo y sólido.
Como ya dije, la banda no se encierra en una sola manera de tocar Death Metal, sino que busca variantes dentro del costado más tradicional y purista del género. Eso sí, si me dan a elegir, yo me quedo con el formato Doom Death mórbido y arrastrado que sacan a relucir en los dos mejores temas del disco: "Procession of Ceaseless Sorrow" y "Through Stygian Catacombs" (10 minutos de horror, agonía y pesadez), canciones que sí se pueden comparar con bandas tan portentosas como Incantation y Funebrarum. El resto del disco cumple con su cometido sin fisuras, sin que haya un bache en el disco, más allá de que el debut del trío de New Jersey no sea EL DISCO que los fanáticos del Death Metal esperábamos. Pero golpea duro, sacude con intensidad, no es monótono y carece de canciones flojas. Todo eso, en un año de vacas flacas como el 2016, no es poca cosa.
Bandcamp
Clawhammer PR
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