jueves, 24 de noviembre de 2016

Gatecreeper - Sonoran Depravation


Año: 2016
Sello: Relapse Records
País de origen: USA

Bastante polvareda están levantando estos death metaleros con su primer disco full. Hay motivos para que esto suceda: los edita Relapse, uno de mis sellos preferidos de toda la vida, y una garantía de calidad, esto es indiscutible. Además, el primer larga duración de Gatecreeper es un buen disco. No creo que califique para recibir los elogios que viene recibiendo, me parece algo desmedido el alud de adjetivos que se usan para elogiar al quinteto de Arizona, pero admito que me han hecho pasar un buen momento con su Death Metal mugriento, ultra-pesado y embarrado. Esta última palabra (Embarrado) no es ni casual ni es caprichosa su utilización en esta reseña. Es que la banda en la que toca el ex-Sovereign Metal Matt (Matthew Arrebollo, también baterista de Hellhorse. Aquí usa el seudónimo de Holographic Skullslammer), tiene claras reminiscencias de ese subgénero tan en boga hoy y mundialmente conocido como Sludge. Pero, a no confundirse, esto es Death Metal, con toques sludge que empantanan la cancha, pero es Death Metal.
Se me vienen nombres como Grave, Bolt Thrower, Nirvana 2002 y Dismember a la mente cada vez que repaso el álbum de Gatecreeper. El sonido gordo y de ultratumba; la combinación de partes rápidas (pero no exageradamente rápidas) con tempos lentos y aplastantes. La voz profunda, cavernosa, de Hellahammer (Chase H. Mason). La capacidad de los guitarristas para unir riffs de la vieja escuela de Estocolmo con las épicas melodías llenas de dramatismo de Bolt Thorwer, para luego pasar a acordes eternos que se arrastran sobre ritmos lentos y pantanosos. Todo eso me recuerda tanto a esas bandas que nombré unos renglones antes, como así también me hacen darme cuenta de que Gatecreeper no es simplemente una banda que rinde tributo a aquel Death Metal, al de antaño: acá hay algo más. Y ese "algo más" está debajo de la superficie, es esa mugre subyacente que contamina todo y le da un toque vicioso distintivo: el Sludge. Repito, no es más que un elemento, pero está tan bien utilizado, tan bien manipulado, que termina dotando al disco de un aura decadente e insana que termina abriendo el abanico de posibilidades creativas, sin que esto implique alejarse del estilo que abrazaron estos muchachos.
Además, líricamente hay una clara conexión con el Sludge, tocando tópicos que están más conectados con los abusos de substancias, con la vida en la miseria, la apatía y la locura, que con las líricas sobre horrores fantásticos, zombis y demás monstruosidades. Eso sí, la muerte revolotea, gloriosa e impasible, a lo largo de toda la placa, y se sienta cómodamente en la cima de la obra, impregnando todo, absolutamente todo: música y letras.
Sin ser ese disco fabuloso al cual hacen referencia algunos medios, "Sonoran Depravation" tiene un encanto peculiar, además de poseer algunas canciones atronadoras que se convierten en mis piezas favoritas del álbum con tan sólo escucharlas una vez: "Craving Flesh", "Patriarchal Grip" y "Lost Forever", 3 mazazos demoledores asestados en la nuca del oyente.
Ya lo dije antes, lo vuelvo a decir: Relapse es uno de mis sellos favoritos. Con esto no quiero decir que el disco de Gatecreeper sea una nueva obra maestra editada por el legendario sello norteamericano, no voy a caer en la misma que han caído tantos otros. Pero sí digo que, fieles a su innegable buen gusto a la hora de elegir cuál banda contratar y qué lanzar a la venta, hoy ponen al alcance de todos nosotros un buen disco de Death Metal, un disco realmente bueno. Arrastrado, vicioso y vigoroso, tal como siempre me ha gustado, el Death Metal pantanoso de Gatecreeper se merece ser escuchado  todo volumen.

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