Año: 2016
Sello: Satanath Records
País de origen: Italia
Primer disco full de este cuarteto italiano nacido hace 6 años en San Benedetto del Tronto, Italia. Con sólo ver la foto promocional de la banda uno ya sabe qué música hacen: Black Metal. Impío, acelerado, crudo y brutal Black Metal, sin concesiones ni sutilezas de ninguna índole, esto es como un ataque raudo y descontrolado. Tras grabar un Demo, un EP y dos discos compartidos (con Black Faith y Khephra primero, siendo el segundo junto a Noctifer, Arma Christi y Hate Them All), este grupo sale al ruedo con un disco debut conceptual, en el cual las 7 canciones se refieren a 7 monarquías diferentes: 7 monarquías, 7 monarcas, 7 furias.
En lo personal, el estilo de Acheronte me recuerda al Marduk de discos como "Opus Nocturne" o "Nightwing", el Immortal de "Battles in the North", aunque la voz de Lord Baal me recuerda a la de Dagon (Inquisition). Y sí, al ser italianos tienen esa cosa tan rudimentaria del más bruto Black Metal hecho en ese país, con los blast beats explotando incesantemente y las guitarras siendo usadas como sierras. Hasta acá, todo muy claro, pues hablamos de una banda de Black Metal crudo que desata su furia sin piedad alguna. Mas, hay un pequeño problema y es que, por momentos, los italianos deciden incorporar armonías de guitarra de tinte épico que no pegan con las partes más violentas. Veamos, no es fácil unir dos características que, en principio, parecieran estar enfrentadas. En realidad, no se trata de si son opuestas o no, sino de cómo se las trabaje y cómo se las una. Bueno, ahí fallan los Acheronte, en la manera en que lo bestial trata de unirse a los arreglos más grandilocuentes (o que tratan de ser grandilocuentes, en realidad); son buenos, realmente buenos, tocando lo más rápido e inhumano posible, pero fallan claramente cuando pretenden aportar algo de melodía y solemnidad al asunto. Y ahí el disco entra en un desequilibrio bastante marcado, parecieran caer en arenas movedizas cuando eso pasa (el primer track, titulado "Addicted To War (Assurnasirpal II)", es un claro ejemplo de lo que digo). Creo que es un detalle que deberían tener en cuenta para su segundo álbum; o se dedican a tocar tan brutalmente como puedan o bien pulen las falencias, ponen a trabajar sus cerebros y misturan ambas cualidades con inteligencia. Es que hasta para hacer un disco tan crudo y agresivo como éste es necesario poner a laborar la mente.
En cuanto a los momentos más devastadores, todo bien con eso. No sorprenden (dudo que quieran hacerlo), pero te atropellan como una manada de elefantes corriendo a toda marcha. Logran transmitir con bastante fidelidad lo que relatan en sus canciones, siendo "The Lord Impaler (Vlad III)" la que más me gusta de las 7 canciones.
Repito, es un disco que cae en un pozo cuando tratan de agregar arreglos de corte solemne a la cuestión, y cambia rotundamente cuando se ponen en modo brutos a morir. Claro está, yo me quedo con esta última cara de la banda.
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FullBlast!
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