Año: 2015
Sello. Independiente
País de origen: USA
Muchas veces me he quejado en este blog contra el estado actual del Thrash Metal. Si bien no tengo reparos al momento de elogiar a un grupo que logre cautivarme con su música, sin importarme si éste ofrece algo novedoso o no (de hecho, la mayoría de las bandas thrashers modernas que me gustan no aportan novedades, pero suenan muy bien). Pero hay casos en los que las cosas se ponen excesivamente obvias y monótonas, y ahí me canso. Reivindicar y homenajear determinada era, determinado momento en la historia, está bien; pero pretender revivir el pasado limitándose a copiar clichés, pues eso no me gusta. Obscure Oracle son demasiado obvios en lo que hacen, predecibles, en resumen. Es decir, a esto ya lo escuché miles, cientos de miles de veces y lo he escuchado mejor hecho. No son malos, mentiría si lo dijera; suenan prolijos, conocen al dedillo las características del estilo y hasta se atreven a meter elementos del Melodic Death en momentos puntuales. Pero carecen de dos cosas esenciales para que un disco que no aporta novedades logre al menos ser divertido o entretenido: no tienen carisma y el sonido es débil. Vayamos por parte.
Compositivamente se mueven en medio de dos estilos que hoy se combinan constantemente: el Thrash y el Melodic Death. Bien, en este caso hay más Thrash que Death o Melodic Death, sobre todo en el trabajo vocal de Rusty Bartholomeo, quien usa inflexiones vocales que me recuerdan a Sean Killian (el legendario cantante de Vio-lence), aunque lejos del carisma inigualable de Killian. Pero hay algunos ritmos bien acelerados, y hasta armonías ejecutadas por las guitarras, que exhiben destellos de corte Melodic Death. Mas, la fusión queda en eso, y no pasan de ahí pues la creatividad es escasa. ¿Y el sonido? Opaco, no es ni sucio (detalle que podría haberle dado mayor agresividad a la música del grupo) ni demasiado claro (con lo cual podrían haber sonado más modernos), es más bien flojo y carente de brillo. Así, y en líneas generales, nos encontramos ante un EP que no es bueno, ni es malo, ni nada: es uno más entre el montón de discos que se editan año tras año. Y lo peor del caso es que es intrascendente, no dice nada. En estos casos, es preferible ser malo antes que ser uno del montón, y Obscure Oracle parecen estar destinados a pasar por éste mundo sin pena ni gloria.
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Against PR
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