sábado, 9 de abril de 2016

Encoffined - Enclosed in a Coffin


Año: 2015
Sello: Disembodied Records
País de origen: Argentina

Resulta difícil, al menor para mi, hacer la reseña del disco de una banda amiga. No es fácil dejar de lado el cariño que uno siente particularmente por uno de los miembros de Encoffined, para ser más exacto con lo que estoy diciendo. Soy amigo de Leandro Smith, líder, cantante y guitarrista rítmico del grupo, por lo que escribir respecto al primer disco de su banda es una tarea un poco incómoda. Si los elogio, me voy a tener que bancar la retahíla de idioteces -pronunciadas por idiotas, claro- acerca de mis elogios gratuitos por el simple hecho de ser amigos. Y si escribo algo negativo, pues lo duro va a ser para mis amigos tener que aceptar una crítica en su contra por parte mía.
Cómo sea, lo concreto es que aquí tengo que dar mi opinión sobre el debut discográfico de esta banda oriunda de mi ciudad, la primera en Córdoba en tocar Death Metal de la vieja escuela en 30 años de historia del género. Triste ¿no? Que deban pasar tantos años para que surja una banda que abarque los sonidos creados hace décadas por bandas como Obituary, Grave, Asphyx y Unleashed, habla mal, pero muy mal, del fanático del Death Metal en esta ciudad, de la capacidad de tocar determinado tipo de Death Metal por parte del cordobés. Hemos (y tenemos) bandas de Grindcore y Brutal Death de buen nivel (nivel internacional, diría yo) como Brutal Noise y Sadistic Kill, pero nunca hubo una banda como Encoffined. Ni siquiera bandas pioneras del estilo aquí en Córdoba, tal es el caso de Merciless Death, sonaban en la vena del más puro Death Metal (de hecho, sonaban bastante mal, por sobre todas las cosas). Es por eso que considero que "Enclosed in..." marca un antes y un después en la historia del género en esta ciudad. Tardío, pero al fin llegó el momento en el que podemos decir que una banda, al menos una puta banda cordobesa, grabó un disco de Old School Death Metal. Ahora bien ¿cuál es mi opinión respecto al material en sí mismo? Pues bien, acá debo dejar de lado los elogios y el amiguismo y decir que esperaba más de esta placa.
Monótono por demás, el debut de Encoffined se hace difícil de escuchar de un tirón. Son 11 tracks bien tocados, bien grabados, con la actitud correcta y todo lo que quieran, pero falta creatividad. Al llegar el quinto tema ("Fire & Brimstone"), uno tiene la sensación de haber escuchado la misma canción 5 veces consecutivas, y eso, en una banda de Death Metal, es algo que me resulta poco recomendable. Que un grupo de D-Beat, o bien, de Grindcore o PowerViolence (y, cómo no, Goregrind y PornGrind) suenen repetitivos, no es algo preocupante pues lo esencial, en todos esos estilos, pasa por otro lado. Pero el Death Metal exige dinámica para sostener la brutalidad. Pide a gritos variedad para que la locura se propague en la mente del oyente como si las canciones fueran parásitos devoradores de neuronas. El Death Metal, aun a pesar de sus limitaciones, es un género que necesita de la riqueza de ideas para que, de esa manera, la música no pierda su encanto. Aun bandas con estilos con márgenes algo estrechos, tal es el caso de Obituary, tratan de no caer en la monotonía, buscando siempre la manera de incluir ideas atractivas dentro de los rígidos límites compositivos dentro de los cuales se mueven. Encoffined fallan en eso, se repiten una y otra vez y terminan provocando que el EP de la banda ("Encoffined", del año 2015 también) resulte más atractivo que este disco full.
Hay muy buenas cosas, por ejemplo, los solos de Juan Taricco, quien proviene claramente de otro estilo (el Thrash Metal), detalle que surge a primera oída; es decir, Taricco debe ser fan de bandas como Testament, pues las melodías en sus solos así lo indican y, afortunadamente, termina aportando matices ricos en calidad al disco. Marcos Córdoba (batería), a quien critiqué duramente en la reseña del EP por su (y dale que va) falta de imaginación, levanta mucho la puntería a base de una entrega inagotable. El tipo le pone el alma a cada golpe, y con eso le alcanza para cumplir una faena impecable. Leandro Smith canta como se debe cantar este tipo de música: desgarrándose las cuerdas vocales, cantando desde la bolas. Incluso el sonido es bastante acorde a la propuesta del grupo, con el toque de suciedad justo y con todos los instrumentos bien balanceados, sin superposición de ninguna índole ni el exceso de limpieza al cual nos tienen acostumbrados las bandas que graban en dicho estudio (AV Studios). Y sí, entre la monotonía reinante hay una canción que merece ser mencionada: "Carrier of Doom", la canción diferente, la que se sale, al menos por un poco, del molde; lo mismo podría decir de "Alienation", aunque ésta está un escalón por debajo de la canción mencionada en primer término. Del resto del disco puedo decir que bajo ningún aspecto es malo, que hay buenos riffs, que derrochan energía y que el disco, en resumen, es un trabajo promisorio. Pero cansa, se me hace largo y me termina aburriendo.
En otras palabras, "Enclosed in a Coffin" es más una promesa que una realidad. Logra transmitir la misma intensidad que transmite la banda en vivo, pero carece de vuelo creativo y eso, guste o no, resta puntos. Veremos si más adelante logran grabar algo que esté a la altura de lo que la banda genera en el público. Por el momento, esto no está nada mal, pero...

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