sábado, 26 de marzo de 2016

Wake - Sowing The Seeds of a Worthless Tomorrow


Año: 2016
Sello: Sentient Ruin Laboratories (cassette & digital), EveryDayHate (CD), 7 Degrees Records & Nerve Altar (LP).
País de origen: Canadá

El inconmensurable placer de escuchar Grindcore del mejor, del más alto nivel. Reventarse los tímpanos con esos blast beats furibundos, con esas guitarras filosas, con ese bajo contundente y esa voz rabiosa, no tiene precio obtener todo eso de una sola vez, en una descarga directa que se dirige, impiadosa, a las neuronas. El tercer disco de Wake es eso, pero también es más que simplemente eso. Es Grindcore, sí, pero no se privan de tomar cosas de distintos géneros para hundirlos en las turbulentas aguas dentro de las cuales bucean, temerarios y audaces, estos talentosos y enojados canadienses.
Incendiarios de todas las maneras posibles, Wake irradian el calor de una bola de fuego gigantesca y no se detienen en su afán de calcinarlo todo. Es por eso que dejan fluir la furia sin ponerle límites, pero dándole matices para que la misma no sea una simple bola de odio moviéndose rápido. Los tipos se atreven a mirar más allá y toman cosas del Black Metal a la Deathspell Omega, meten Crust/D-Beat, se le animan al Sludge menos convencional, arremeten con virulentos disparos de Hardcore a la Converge. También pueden utilizar ritmos cadenciosos que de golpe explotan en un blast beat asesino ("Low"), con su comienzo parsimonioso devenido en caos. O sea, Wake tocan Grindcore, pero al igual que bandas como The Secret o Cursed, pueden abrir el espectro y llevar su música a un nivel diferente de excitación y violencia, además de permitirse tornarlo más complejo de lo que suele ser el género. Un ejemplo claro de ello es mi track favorito, una pieza descomunal llamada "Wretched Tongues", tan violenta como todas las canciones que conforman la placa, pero con el aditivo de poseer un tramo final emotivo hasta la locura, con un rebaje que da pie al mejor riff del disco.
"Sowing The Seeds of a Worthless Tomorrow" es un monstruo fiero, enorme y brutal que aplasta al oyente sin piedad alguna, que lo hace sentir asquerosamente pequeño a uno ante tamaña bestia. Mucho de lo que provoca esta placa tiene que ver con el sonido, tan monstruoso como la música en sí, tan incendiario como la obra en sí misma. Sin ese sonido devastador, probablemente la placa no sería tan adictiva como lo es, y la responsabilidad, en el plano sonoro, recae sobre los hombros del señor Joel Grind (sí, ese Joel Grind), quien se metió en los Falcon Studios para dotar al grupo de un poder enorme. Mas, es justo que Wake suenen tan jodidos, tan agresivos, tan abrumadores. Su música lo exige, es una demanda que las canciones del grupo hacen: este es el sonido que necesitaba esta obra para ser lo que es: uno de los mejores discos del 2016. Repito: "Sowing The Seeds of a Worthless Tomorrow" es uno de los mejores discos del 2016 ¿ok?.

Bandcamp
EDH
Facebook

No hay comentarios: