domingo, 6 de marzo de 2016

Unborn Suffer - Nihilist


Año: 2016
Sello: Selfmadegod Records
País de origen: Polonia

Firme candidato a ser el disco más retorcido del año en curso. En serio, lo de estos polacos es siniestro y perverso a más no poder. Ya desde la portada misma uno puede ir dándose una idea de cuan malvada viene la cosa; malvada, bizarra y delirante, pues el trío polaco no se guarda nada de su enfermizo repertorio, sacan todo a la luz y lo ponen al servicio de su música. Todo con el insano propósito de crear la música más demencial que uno pueda encontrar en el submundo del Metal Extremo hoy.
Unborn Suffer no es una banda nueva, cabe aclararlo. Vienen tocando desde hace 15 años y han grabado una buena cantidad de discos, EPs, split, Demos y discos en vivo. Pero, de todo el material que escuché hasta la fecha, esto es lo mejor, sin lugar a dudas. Han llevado su música a un nivel de técnica y locura tal, que resultan impredecibles. Un bajo que tiene sonido a lata y que no molesta, pues encaja a la perfección dentro del contexto en el cual está inserto. Una batería que tiene un sonido y una afinación aguda, pero a la cual se le potencian esas características gracias a que Lukass usa elementos de percusión aquí y allá, además de hacer uso y abuso del cencerro de forma totalmente divertida y retorcida (escuchen "Hopebreaker" como muestra). La guitarra, a diferencia del resto de los instrumentos, suena grave, es una bola de graves aplastante y aporta el grado de violencia sonora distintivo. El contraste entre las voces realza toda la atmósfera de manicomio que logran crear estos polacos, algo que vendría a ser la cereza sobre la torta entre tanta locura.
A todo esto le sumemos que las canciones no siguen un patrón definido, pues así como hay blast beats, también hay ritmos de polca que invitan al baile. Y también hay groove, ritmos de salsa ("08.09.1968"), breakdowns, ritmos trabados, hay de todo. Como así también hay riffs más negros que el alquitrán, otros que son disonantes y esquizoides, y otros que provocan deseos de ponerse a bailar como un poseído; todo a cargo del señor Sfenson, responsable de la guitarra y una de las voces.. El bajo aporta un repertorio de golpes, bases y sonidos que merece ser escuchado antes que explicado, así de simple: DreadRock (bajista y cantante del grupo) está loco, pero sabe muy bien lo que hace.
Gente amiga y no amiga, este nuevo opus del trío polaco es de lo más hijo de puta que he escuchado en estos últimos 2 o 3 años, sinceramente. Y, dentro de la discografía de la banda, es lo más destacable. Claro, hablamos de una banda que siempre se destacó por ser muy delirante y brutal, y con este nuevo disco lo confirman y hasta se superan a sí mismos, en ciertos aspectos.

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