Año: 2015
Sello: El Chinchudo Records
País de origen: Argentina
Los Random patearon muchos culos aquí, en Argentina. Su estilo progresivo pero agresivo a la vez, me cautivó y me obligó a escuchar su material para reseñarlo con verdadero placer. Por eso es que, cuando Raúl García Posse, integrante de los Random, me mandó el material de esta nueva banda llamada Senegal Grindcore Mafia, la idea de escribir acerca de este disco se incrustó en mi mente aun antes de haberlo escuchado. Claro, ellos también tuvieron que sufrir la escasez de tiempo que padezco para escribir acerca de los cientos de discos que me llegan por mes. Chequeando el CV de los integrantes, me di con que acá, tal como me lo esperaba, hay muy buenos músicos. Por ende, y conociendo a algunas de las bandas madres de estos tipos (además de García Posse en guitarra y voz están Gaspar Rojas en guitarra, Pablo Lamela Bianchi en bajo y Germán Gómez en batería), jamás esperé que le hicieran honor al término Grindcore metido en el nombre del grupo. De hecho, esto es lo más alejado que podemos encontrar al Grindcore. SGM es Metal Progresivo, con tendencia a lo Extremo, sí, pero Metal Progresivo al fin.
Podemos encontrar texturas que inclinan la tendencia compositiva para el lado de Mastodon, pero no es más que algo ocasional. Es que hay mucho más que eso, estos muchachos beben de varias fuentes y tratan de poner al servicio de su obra todo lo aprendido y aprehendido, sin que ello implique tener que enfrentarse a un amasijo de arreglos superpuestos. SGM tienen una gran virtud, y lo que dije recién deviene en esto: no buscan el lucimiento personal, componen buenas canciones. Complejas, llenas de estructuras movibles, inquietos todo el tiempo, retorcidos y eclécticos a más no poder dentro de los márgenes del Prog, pero nunca intentan ser esa clase de virtuosos que se autoadulan a través de ejercicios masturbatorios sin sentido. No, SGM es música bien hecha.
Atentos a "La Parcha", canción que nos pasea por buena parte de los recursos que encontramos en el repertorio del grupo, además de moverse como si estuvieran en una montaña rusa, pasando por momentos de calma que de golpe se convierten en algo ultra-agresivo y viceversa. Mas, así es gran parte del disco y allí está su encanto: en el hecho de no apegarse nunca a una fórmula preestablecida, en buscar y no quedarse anclados. De hecho, si el disco no es mejor de lo que es, se debe justamente a que la búsqueda continúa incluso cuando la canción exige no seguir buscando.
Buen sonido, estupendas interpretaciones, creatividad, audacia, desparpajo y buen sentido del humor. Yo, por mi parte, y sin llegar al punto de considerarme fan del grupo, no puedo decir otra cosa que no sea que SGM es un muy buen grupo, y que lo recomiendo a grito pelado a todo aquel que guste del lado Progresivo del Metal, en su forma más amplia.
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