viernes, 8 de enero de 2016

Osculum Infame - Axis of Blood


Año: 2015
Sello: Battlesk'rs Productions
País de origen: Francia

Odio, combustible que prende fuego a ese género llamado Black Metal. Ya lo he dicho otras veces, seguro que hay mucho más que odio dentro de dicho género. Pero el odio es esencial, el Black Metal no sería lo que es sin ese sentimiento inflamando lo más profundo y esencial del estilo en cuestión. Osculum Infame se nutren de toda esa negatividad, de todo ese odio mortal que envenena las almas, pero lo convierten en algo que, a fin de cuentas, es más positivo de lo que muchos pueden creer: lo convierten en música. Música furiosa, extrema, oscura y negativa en su espíritu, como debe ser.
Pero, vayamos un poco atrás en el tiempo. 1997 y Osculum infame lanzan su primer disco, un opus plagado de atmósferas medievales, mucho más acorde al momento histórico en el que fue creado, y bastante alejado en su forma de este segundo álbum. Por aquel entonces, a Osculum Infame se los comparaba con bandas como Varathron o Necromantia, para que se den una idea. Elegante y oscuro, así eran estos franceses en los 90s. Pero el tiempo pasa y las personas cambian. Osculum infame cambió, pero sigue siendo Osculum Infame. La esencia está intacta, siguen siendo profundos y envolventes, pero de otra manera. Más directos, ruidosos y violentos, los franceses sacan su segundo disco 18 años después del inolvidable "Dor-nu-Fauglith" (1997). En el medio hubo una separación, la cual sucedió en 2002. Luego vino el regreso en el año 2008, momento desde el cual lanzaron 2 ep's y un compilado. Y este, el segundo y tan esperado (por mí) segundo disco, con el cual confirman que nunca dejaron de ser una banda, que siempre lo serán, cambien o no de estilo. Al fin y al cabo, Osculum Infame siguen tocando Black Metal, siguen sonando tenebrosos y malévolos. Pero ahora suenan más crudos, no hay tantos teclados (aunque los hay y muy bien utilizados), hay acoples y disonancias. No hay matices propios de tiempos oscuros y lejanos, todo suena más moderno y brutal, como los tiempos que corren. Hay más olor a podrido, no se preocupan por combinar la rudeza del estilo con el refinamiento mostrado en antaño. Ahora van al hueso, a romperlo en mil pedazos. "Absolve Me Not!", "Let There Be Darkness", "White Void" y "Asphyxiated Light" conforman un bloque monstruoso y encantador que, a su vez, sintetiza lo que es la placa en general: odio, variedad y sangre derramándose a granel. Es que estos franceses se desangran en todo momento, encaran cada track como si estuvieran combatiendo en una cruenta batalla. O sea, tocan Black Metal tal como el género exige debe ser tocado.
Claro, hay nombres propios que resumen todo: Dispater (guitarra) tocó en Glorior Belli y Merrimack. I. Luciferia (guitarra y teclados) toca en Reverence. Malkira (batería) toca en Chemin de Haine. Deviant Von Blakk (voz) es integrante de mis amados Arkhon Infaustus y S.RV.F (bajo)...bueno, de él solamente conozco su trabajo junto a Osculum Infame. Lo que quiero decir es que todos estos tipos saben muy bien cómo debe tocarse un estilo como el Black Metal. La banda en sí es Black Metal y del bueno. Lo demostraron en 1997, lo vuelven a demostrar hoy con este muy buen disco. Esperemos que no se tomen tanto tiempo para lanzar el tercer álbum.

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