Año: 2015
Sello: Terror From Hell Records (lanzado originalmente por Qabalah Productions en 1998)
País de origen: USA
Aplaudo la iniciativa de mis amigos italianos de Terror from Hell Records de re-lanzar este estupendo álbum en formato de vinilo de 12". Editado en 1997 a través de Qabalah Records, el único disco full de estos californianos hasta la fecha es, sin lugar a dudas, un hito en la historia del Death Metal, uno de esos discos de culto que se terminan convirtiendo en leyenda con el paso del tiempo. Sucede lo siguiente: en la segunda mitad de la década del 90, el término Death Metal era una mala palabra para muchos. Incluso gente que en la primera mitad de dicha década salía a la calle con remeras de Carcass, Entombed u Obituary, pasada la primera mitad de los 90s abordaron el siguiente tren, y como el Death Metal dejó de ser LA MODA dentro del mundo del Metal, entonces, estos veletas decidieron acomodarse en las Nuevas Grandes Tendencias; es decir, algunos optaron por el Black Metal (una decisión lógica, si la analizamos fríamente), otros se metieron de lleno en el incipiente -por aquel entonces- Melodic Death (otra evolución natural, al menos en ese momento de la historia), mientras que una gran mayoría optó por enloquecer por Korn y similares. Sin embargo, algunos fieles decidieron morir con la suya y abrazaron al género que amaron desde un principio con fuerza y fervor. Estoy hablando del Death Metal, claro, y justamente la banda que hoy nos toca hicieron eso: se mantuvieron fieles al viejo y querido Death Metal, al de Possessed, al del primer Morbid Angel, al del Immolation de "Dawn of Possession" y ese tipo de bestialidades inmortales. Pero no se quedaron ahí, pues los tipos armaron una banda y salieron a pelearla. El resultado fue este discazo de puro, infernal y ominoso Death Metal de la vieja escuela, lanzado justo cuando el género comenzaba a demostrar que no estaba muerto (vaya ironía).
Vale acotar algo: el resurgimiento del Death Metal vino de la mano de algo mucho más brutal, retorcido y complejo. Ese Death Metal se conoce como Brutal Death Metal, y cuando Infamy lanzaron este disco, a la escena la comenzaban a copar bandas del calibre de Deeds of Flesh, Mortician, Disgorge (US) y Dying Fetus, entre otros. Una nueva forma de tocar Death Metal salía a la luz y le devolvía al género lo que muchos creían que el mismo había perdido: su furia descontrolada. Pero Infamy prefirieron aferrarse a las raíces, optaron por no subirse el carro de la nueva vertiente que empezaba a dominar la movida death metalera. Y lo bien que hicieron, pues gracias a esa decisión es que nació esta monstruosa exhibición de brutalidad death metalera en estado de máxima pureza.
Guitarras afinadas lo más bajo posible. Un bajo que late como si fuera a explotar. Una batería incansable, aplastante. Y la voz, gutural, profunda, endemoniada, bien al frente del caos reinante. Si lo hubieran grabado en 1991, en los Morrisound y bajo la tutela de Scott Burns, "The Blood Shall Flow" hubiera estado a la altura de cualquier clásico del género. Pero lo grabaron unos años después, cuando el revival y locura por el Old School Death Metal aun estaba en pañales, y cuando la mayoría de la gente escuchaba otras cosas. Por eso mismo, este disco tiene un valor agregado, por el momento histórico en el que fue engendrado, porque se la jugaron por lo que amaban...y porque el resultado fue devastador.
Luego del lanzamiento de esta bomba, más precisamente en 1998, el bajista y cantante del grupo Joshua "Jagger" Heatley, falleció y dejó al grupo en una situación realmente difícil. En 2001 grabaron un Demo titulado "Burning Vengeance", pero la cosa no pasó de ahí. La banda, según leí, sigue activa, mas la realidad, los hechos, indican que no hay actividad alguna. Ni grabaciones nuevas, ni tours ni nada. Infamy se detuvo cuando murió Joshua, aunque el Demo que grabaron después nos haga pensar lo opuesto. Por suerte, la música que hay en esta placa no murió y se mantiene viva, brutal y actual como en el primer día. Por eso es que celebro que se re-edite, ya sea en el formato elegido por Terror from Hell Records (vinilo de 12", 600 copias con portada diferente y con el sonido pulido de manera muy inteligente), ya sea en cd (hay dos ediciones: la de Qabalah y la que Mercenary Musik hizo en 2002), "The Blood Shall Flow" es un trabajo imprescindible, infaltable en toda colección de los maníacos del Death Metal.
Myspace
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