Año: 2015
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: Francia
Toda esta moda del Occult Rock me ha deparado una mayor cantidad de momentos soporíferos que de los otros. Sinceramente, muchos de los cultores de dicho estilo carecen de creatividad, de carisma y sinceridad; en otras palabras, me parecen clones baratos. Mas no todos los grupos que son puestos bajo dicha etiqueta me aburren, y Akasava es uno de los ejemplos más resonantes dentro de la pequeña cantidad de bandas que merecen ser tenidas en cuenta.
A ver, lo de estos tipos es tan maléfico, crudo y sucio, que da igual si hay vocalizaciones desprolijas (por momentos, Louis Hauguel no llega a la nota exacta y queda a mitad de camino de todo), si las canciones suenan demasiado parecidas a canciones de otras bandas. Incluso me importa poco y nada si el disco en sí no es un gran disco, pues exuda sinceridad, suena honesto, real. Esa crudeza intrínseca a su música no es casual: así son ellos, así suenan porque así tocan. Es por eso que el riff de "The Deep" es tan fresco y creíble, aun a pesar de que parece un riff perdido de Pentagram o Saint Vitus. Es por eso que una canción rockera de garage (con teclados netamente de los 60s y todo) como "Sons of Bastet" divierte, aun a pesar de sus imperfecciones. Y es por eso que tracks como "The Witch is Rising" y "Black & White Lady" (mis favoritas) abruman y ponen al oyente en un estado de hipnosis diabólica.
Dije que Hauguel no es un cantante virtuoso, pero, como dijo un amigo, entiende que este tipo de música se canta con voz de pervertido; y, en ese aspecto, el tipo es un capo. La base rítmica integrada por David Touroul -batería- y Amélie Gavalda -bajo- no deslumbra, ni siquiera aportan grandes arreglos. Sin embargo, no me imagino a otras personas que no sean ellos tocando en este grupo. Y Arnold Lucas, guitarra y teclados, hace lo que debe hacer, toca lo que debe tocar, suena como debe sonar. Sin complicaciones, usando fórmulas archi-conocidas, pero sonando infinitamente más creíbles que la mayoría de las bandas que hoy salen a rendir culto a grupos como Coven, Iron Butterfly o el primer Sabbath. O sea, este disco me gusta, me gusta la banda, y no hay mucho más que decir.
Bandcamp
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