Año: 2015
Sello: Witches Brew
País de origen: Serbia
En la reseña que publiqué anoche, hice alusión al sello Witches Brew y su apoyo incondicional al Thrash Metal, y, en especial, a las bandas más jóvenes que sostienen ardiendo la llama del Thrash old school. He aquí otra prueba de ello, pues estos serbios son, netamente, Thrash/Crossover old school. Ya desde el primer acorde, hasta el último golpe de batería, la banda deja en claro que lo suyo va por carriles convencionales, y que se sienten realmente cómodos en ese lugar. Será por eso que su música suena tan fresca y dinámica. Será por eso que, más allá de repetir fórmulas harto conocidas por todos nosotros, los serbios no aburren ni un instante. Además, no olvidemos un detalle que no es menor: son serbios. Si sos de indagar y escavar en las escenas que conforman el underground mundial, entonces ya debes saber que en Serbia siempre hubo bandas realmente agresivas y contestatarias, algo que, supongo yo, debe venir forjado de inicio por las cruentas guerras y dictaduras sufridas en dicha región. Cómo sea, Nadimac no me parecen una gran bandas, pero me divierten mucho, y hasta me incitaron (y lo lograron) sacudir mi cabeza como si tuviera 15 años.
14 temas breves en donde abundan los riffs calientes y sencillos, con un sonido de guitarra tipo serrucho y abundantes influencias del D.R.I. de discos como "Four of a Kind", Cryptic Slaughter y Nuclear Assault. La batería no cede su vértigo jamás, siendo el sostén inequívoco del grupo. A su lado, hay un bajo sobrio pero que cumple a rajatabla con su función (la de mantener en pie el ritmo incansable del grupo), y un vocalista que aporta rudeza y algo de gancho, acompañado de los clásicos coros de cancha de fútbol. Un sonido acorde a la propuesta del grupo (orgánico, sucio, aguerrido y alejado de todo artilugio digital que conspire en contra de la pureza que apunta a transmitir la banda), algunas canciones destacables ("Jebe Mi Se!", "Bunike" y "Nuklerani Rat Sad"), y una banda que, en líneas generales, hace todo bien.
En ningún momento se salen del libreto, jamás intentan moverse por fuera de los carriles tradicionales del estilo. Ellos quieren hacer esto que hacen, y lo hacen con honestidad. No me parece que sea un disco para escucharlo seguido pues ya escuché demasiado de esto en los 80s, y medio que no tengo ganas de estar todo el puto día escuchando algo que escuché durante todo el jodido día en la segunda mitad de los 80s. Pero, vamos, que me divirtió bastante cada escuchada que le di a este "Manifest Protiv Subdine", y de seguro me divertiré cuando decida volver a escucharlo. Eso sí, los fans acérrimos del estilo, están de parabienes.
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