Año: 2015
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Brasil
Hace 2 años atrás tuve la chance de escuchar el disco debut de Despot. Por aquel entonces, se trataba de una one man band integrada solamente por B.A.V. El disco en cuestión era "Satan in the Death Row", el único disco full de Despot hasta la fecha. Un disco correcto, nada del otro mundo, pero bien hecho en todos los aspectos. Bien, ahora me encuentro con este nuevo EP, en el cual B.A.V. ya no está solo pues cuenta con la colaboración de Diogo C., quien se hace cargo de la percusión, la batería, efectos y acompañamiento vocal. O sea, ahora Despot es una banda, y se nota. Al tener alguien con quien contar al momento de repartir responsabilidades, Marcelo Murrer (B.A.V. es su seudónimo) ha potenciado sus dotes instrumentales y compositivas, y Despot ha ganado en firmeza y efectividad.
Veamos, "Pictures of the Void" no es mucho mejor que "Satan in the Death Row", está un escalón por encima. Pero ese escalón marca pautas respecto a la evolución del grupo, y esa evolución es favorable al grupo pues musicalmente, y sonoramente también, han crecido. Digamos que Despot es una banda que parece ir paso a paso, sin apurarse en su evolución, pero haciéndolo con seguridad y firmeza. Los 4 tracks incluidos en este EP son una prueba de ello, no una prueba contundente, pero si fiel de lo que digo. Todo suena más ajustado, hay mayor fluidez y mejores canciones. De entrada, el tema que abre el disco ("Bound Forever") nos muestra a un grupo más majestuoso, igual de oscuro, pero mejor parado que en su debut. Incluso, este tema es el mejor del disco para quien esto escribe. El resto del material mantiene la línea de esta canción, pero en una veta menos extrema y más ritualística. Por momentos me recuerdan a bandas como Christ Agony o los primeros Master's Hammer, además de sus compatriotas de Mystifier. Es decir, Black Metal que casi nunca apuesta a la velocidad impiadosa, que prefiere moverse en los medios-tempos y que apela a las atmósferas tenebrosas pero majestuosas antes que a la violencia descarada y las proclamas viscerales. Es decir, más cerebrales que impetuosos, pero sin perder agresividad por ello.
Seguramente, el sucesor de este EP supere a este trabajo y al primer disco de la banda. Al menos parece ser esa la senda elegida por el grupo: ir creciendo disco a disco. Sin deslumbrar (al menos en mí caso, esto no sucede), pero afianzándose en cada álbum.
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