Año: 2015
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: USA
Heavy Metal hasta la médula. Estos tipos llevan el Rock & Roll más salvaje, ese que terminó convirtiéndose en Heavy Metal, en la sangre. Rockean con actitud desafiante, con actitud pendenciera, con actitud salvaje. No son una gran banda, pero es evidente que hacen lo que aman hacer y por eso este nuevo opus de Motherfuckin' Rufus suena tan creíble, tan real. A ver, pongamos las cosas en su lugar. ¿Estás buscando una banda innovadora, sorprendente, audaz? ¿Estás buscando algo que te haga pensar "jamás escuché algo como esto"? Olvídate, mejor no busques aquí. Es que MF Ruckus tienen sus raíces en lo que hicieron bandas como Riot (a mi entender, esta es la principal influencia del grupo: el Riot de discos como "Narita" y "Fire Down Under"), Ted Nugent, mucho Metal norteamericano de finales de los 70s y principios de los 80s (ese que apareció como una reacción a la NWOBHM y que aportó bandas inolvidables), obviamente que hay cosas de la NWOBHM (el uso de las guitarras gemelas es, en realidad, propiedad de Thin Lizzy, mas fue llevada a la fama por muchas de las mejores bandas de la NWOBHM), y la manera contundente de rockear de los australianos de Rose Tattoo. O sea, música vieja, pero que, si se hace con honestidad y conocimiento de causa, suena tan fresca como el primer día. Y ahí está el mayor mérito de MF Ruckus: no suena como un grupo de viejos nostálgicos, sino como una banda joven, llena de ganas y necesidad de patear culos.
Un sonido crudo que realza el costado salvaje del grupo, y que, a su vez, hace sentir al oyente como si fuera montando una Harley, atravesando el país sobre ésta, quemándose bajo el sol que incinera las rutas. Suena como si estuvieras en un bar de mala muerte en medio de la nada, al costado de la ruta. Suena como si estuvieras en un cabaret escondido al lado de un callejón. Suena a Rock & Roll, a Heavy Metal de verdad y no esa mierda sobreproducida que le quita al Metal su esencia. Como muestra, pueden escuchar tracks como "You Ain't Nothin' Special", "We Don't Party", "Ridin", y en particular "All My Heroes Are in Hell" (la canción diferente del disco), canciones que podrían sonar en cualquier concierto y levantar el ánimo del público más difícil y exigente. No, mejor no me hagan caso. Mejor escuchen el disco entero, que vale la pena hacerlo. Eso sí, prepárense para entrar un universo en donde no hay relaciones virtuales, en donde todo es real, donde la gente es de carne y hueso, y en donde esa gente es capaz de darte la paliza de tu vida. O sea, el Universo del más puro Heavy Metal.
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