Año: 2014
Sello: War
Anthem Records
País de
origen: Suecia
Bien, parece que ya no puedo esperar nada sorprendente del
Thrash actual, así que me veo obligado a conformarme con escuchar a bandas que
rinden culto al viejo Thrash, y que, obviamente, al menos lo hagan bien. Muchas
bandas no tienen ni siquiera algo esencial, que es la energía desbordante que
es inherente al estilo, y terminan echando todo a perder. Otros, por suerte, no
carecen de eso tan básico al momento de tocar Thrash, y Entrench es una de esas
bandas que se destacan más por su energía que por otra cosa. Y con eso les
alcanza para hacer un disco entretenido, dinámico y, obviamente, violento. De
hecho, la principal cualidad que tiene se destaca en esta placa es esa
agresividad que parece no tener freno, y que impulsa al grupo a ir siempre a
por más. Claro, eso compensa la falta de ideas novedosas y sorprendentes, pero
lo compensa bien. Es que, como ya dije, en el Thrash, por lo que escucho, ya no
hay interés en hacer algo que le insufle sangre nueva al género, por lo que,
según mi parecer, toda esta nostalgia va a terminar por convertir al género en
un dinosaurio…con riesgos de extinguirse pronto. Mientras tanto, hay discos muy
divertidos y salvajes, como este segundo full lenght de Entrench, pura furia
thrasher de espíritu teutón, pero hecho por suecos, o sea, gente que sabe y
mucho acerca de hacer música dura de verdad. El principal motor del bombardeo
es Victor Holmström, baterista del grupo, y lamentablemente fallecido en el
transcurso del año pasado. Él es quien apuntala al trío con ritmos frenéticos y
precisos, y propicia que la atmósfera ofensiva generada por el riffeo de Fredrik
Pellbrink encuentre un marco adecuado. Joel E. Sundin en bajo, cumple su labor
sin fisuras, y ayuda a que Entrench termine sonando como un grupo, y no como
una simple unión de individualidades. Y eso es un aspecto a destacar: Entrench
suenan como un bloque compacto, homogéneo, algo importante a la hora de ofrecer
una propuesta basada en la agresividad. Los suecos logran que ese factor les
juegue a favor, sacan provecho del mismo, y ahí obtienen otro punto más para su
lado. Pero no hay más nada que resaltar, pues, en líneas generales, “Violent
Procreation” es un disco que ya hemos escuchado otras veces, con otro nombre, y
a cargo de otra banda (y esa banda es Kreator). Eso no quita que sea un disco
recomendable, y eso ya es algo positivo, no?
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