Año: 2010
Sello: Pulmón Negro Records
País de origen: Ecuador
A Pulmón Verde los conocí hace muy poco tiempo atrás,
gracias a un 4 way split en el cual participan mis amigos y co-provincianos de
Fuerza de Kaos. Y la verdad es que me llevé una buena impresión de la banda.
Pues uno de sus integrantes me hizo llegar algunos de sus discos, y decidí
hacer la review de este álbum que lleva por título el mismo nombre del grupo.
La razón por la cual elegí este álbum por sobre otro disco del grupo (llamado
“Adiktos al Pogo”) fue su crudeza. Si bien ambos trabajos son crudos y
directos, este disco autotitulado encontré una crudeza mayor, que es, en
definitiva, un rasgo distintivo del grupo, sólo que aquí se encuentra
potenciado. Potenciado por un grupo que, en 8 canciones, transita por los
carriles más duros del Hardcore con raíces en los 80s; o más precisamente, en
la mitad de los 80s. Con esto me refiero al Hardcore de guitarras filosas y
machacantes, colindantes con el Thrash de a momentos, pero demasiado sucio como
para ser Metal. En todo caso, vale etiquetarlos como Crossover, pues en
contadas ocasiones van directamente por esa senda. Mas esto es Hardcore,
sencillo, rabioso, caliente, combativo y honesto. Hardcore de líricas de
protesta, de denuncia, de lucha. Hardcore de la calle, que muestra pincelazos
de una vida cotidiana que resulta brutal, fría y estrepitosa para muchos,
demasiados. Pero, por sobre todas las cosas, Hardcore que pelea por las
libertades (pues no hay una libertad única, sino varias que conforman eso que
llamamos Libertad). Hardcore que se resiste a ser parte del capitalismo
sanguinario, y que incita a piratear y difundir, sin intermediar ningún empresario
alegando en defensa de los derechos de autor. Como dije antes, esto es Hardcore
de las calles, del barrio, de gente que no se come ninguna película.
8 temas (en un disco parejo, “Punk y destrucción” y el track
que lleva el nombre del grupo son los que más me gustan), ritmos veloces, voces
aguerridas, líricas fuertes y sinceras, y un sonido duro y directo. O sea, una
invitación al pogo por parte de estos adictos al mismo…aunque el disco que
reseñamos no sea “Adiktos al Pogo”.
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