sábado, 26 de octubre de 2013

Rising Crypts - 1013


Año: 2013
Sello: Traumatic Records
País de origen: Argentina

Primero que nada, celebro que este sello, Traumatic Records, llegue a su segunda edición, y celebro que este segundo lanzamiento posea el mismo que nivel que el split “Death Unification”. Celebro, también, que el sello apueste a lanzar bandas del Underground, pues eso demuestra que los muchachos arriesgan, no se inclinan a favor de lo fácil, de lo seguro. Sacar al mercado el disco debut de un grupo joven y no muy conocido es una clara muestra de que no hay intenciones de ser conformistas. En cuanto a la banda en sí…no me rompen la cabeza. Pero, acaso buscaba eso? No, nunca cruzó por mi mente encontrarme con un grupo que me deje boquiabierto. Había escuchado algo de Rising Crypts y me había gustado. Mis expectativas se centraban, justamente, en ver si esa canción que había escuchado como adelanto era un fiel reflejo de lo que es el material del grupo en cuanto a calidad y energía. Precisamente, he allí los 2 puntos más altos de Rising Crypts. Salvo en el track “El Regreso de la Family Game” (el formato Noisecore/Grind caótico no les queda bien. Lo de ellos es el Death Metal marchoso, con mucho groove y buenas melodías, pero sin llegar a ser Death Melódico), el resto de las composiciones exhiben un nivel homogéneo, que jamás baja de cierto nivel, siendo gran parte del material merecedor de la calificación Bueno, a excepción de “Detrás de los Ojos”, un verdadero temazo que rompe con la homogeneidad reinante, para elevar el, ya de por sí, buen nivel del disco. El otro punto álgido es la energía. Si algo sobresale a lo largo de la placa, es la fuerza con la que estos rosarinos tocan sus instrumentos. Mención especial para Juan Manuel Staffora, un baterista dueño de un golpe criminal y certero. Agustín Herrera y Martín Moya (guitarras) no sólo cumplen su faena sin fisuras, sino que hasta se atreven con excelsos pasajes acústicos, además de aportar interesantes juegos de guitarra que rompen con los moldes preconcebidos acerca de lo que un guitarrista de Death Metal debe hacer. Los otros 2 miembros (Lisandro Leyria en bajo, y Lukas Matías Ferreyra en voz) aportan lo que deben aportar, sin descollar, pero haciendo todo lo que hay que hacer para que la banda suene aceitada y aguerrida.
No sé si alguna vez llegarán a ser un gran grupo o no, no es mi intención hacer futurología. Hoy por hoy, son un buen grupo, promisorio y con mucho camino por delante. Este primer disco full (anteriormente grabaron un demo y un disco en vivo) nos permite saber que tienen calidad suficiente como para dejar de ser un grupo interesante y convertirse en un muy buen grupo. Está en ellos hacerlo, o no. Por lo pronto, que una banda diferente a la mayoría de los grupos death metaleros argentinos llegue al primer full lenght, y que lo haga de la mano de un buen sello, es algo como para ilusionarse.

Bandcamp    

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre 100 % de acuerdo con tu reseña. El groove de esta banda dejó por el suelo mis expectativas, que la banda no tiene porqué cubrir.

Ya desde la tapa se nota que la propuesta es diferente a lo que conocemos como death metal. Un buen disco pero para quienes buscan "una vuelta de tuerca" al death meta y no para quienes buscamos el metal extremo cabeza.

PURO RUIDO dijo...

A mi me entretiene esta banda, pero no me rompe la cabeza. Lo que no entiendo es porque usan la etiqueta Grindcore para clasificar su música. Esto está muy lejos del Grindcore. Saludos