Año: 2013
Sello: Grindhouse
Music / Metal Music At
País de
origen: Irlanda
Desde
Belfast, Irlanda del Norte, nos llega esta estruendosa banda de Death Metal
llamada Rex Shachath. Death Metal gutural, ultra-heavy, morboso y
escalofriante. Death Metal de la vieja escuela, pero hecho por un banda que
lleva tan sólo 2 años de vida. “Sepulchral Torment” fue editado originalmente
por Hostile Records en el año 2012; pero lo que estoy escuchando mientras
escribo esto, es la edición que harán mis amigos de Grindhouse Music el próximo
24 de octubre. Hecha la presentación, vamos de lleno a la música.
Rex Shachath
transitan la tenebrosa y mórbida senda del Death Metal más blasfemo y
endemoniado, con los viejos Deicide apareciendo como principal referencia. Dave
Connolly, con su voz de trueno, me recuerda a Glenn Benton, aunque sin los
gritos agudos que este profería en discos legendarios como “Deicide” y
“Legion”. Pero, y sin ser una copia de Deicide, en muchos pasajes del álbum, y
en la música (no sólo en la voz) podemos encontrar la influencia de la gloriosa
banda de Florida. Eso sí, no esperen encontrar una simple copia de Deicide,
como ya anticipé. Rex Shachath hurgan por aquí y por allá, toman un poco de
esto, y un poco de aquello, y salen a matar con un puñado de canciones que
harían arder una capilla con tan sólo los primeros 20 segundos de cualquiera de
las 6 canciones que conforman este Ep. Es que “Sepulchral Torment” es un disco
que escupe odio anticristiano de manera irrefrenable, con la mirada puesta en
el crucifijo como víctima primera de los ataques de estas bestias, pero con la
religión y la iglesia como objetivo final. Y para perpetrar dicho ataque se
valen de riffs diabólicos que poseen cosas del viejo Slayer, Malevolent
Creation, algo de la oscuridad de los antiguos Morbid Angel, y, otra vez,
Deicide. Para atormentar a los buenos y justos, disparan ritmos de batería que
van del Blast Beat crudo, violento, pero no excesivamente veloz, a los medios
tiempos quiebra cuellos, en la línea del “Postmortem” de Slayer. Usan las armas
que tienen a mano, las que saben usar, y las usan con rabia, pero con
inteligencia a la vez. Este es un disco que si bien incita a enloquecer y
sacudirse como Linda Blair en “El Exorcista”, también invita a descubrir y
observar a un grupo novel que hace su aparición en el Underground con fuerza
demoledora.
Buen primer
paso de los Irlandeses del Norte. Crédito abierto para ellos.
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