Año: 2013
Sello:
Moonlight Records
País de
origen: Italia
Sinceramente,
por alguna razón, esperaba que esto fuera una mierda. Cuando vi la portada dije
“vaya portada más fea”. Y cuando leí la información relacionada a la banda,
pues temí lo peor. Como suele suceder en este tipo de casos, tuve que tragarme
mis palabras a los segundos de haber comenzado el disco. Primo Vespere suenan
bien, tocan bien, y componen bien. ¿Dije que tocan bien? Me corrijo: son muy
buenos músicos, en realidad. Virtuosos, para decirlo de una manera más clara. 6
virtuosos a los que se les ponen etiquetas como Melodic Death Metal,
Progressive Death Metal, o Melodic Progressive Death Metal. Ninguna de estas
etiquetas les queda mal, pero ninguna les hace justicia. Primo Vespere es un
grupo de Rock Progresivo, con raíces en el Rock Progresivo de los 70s, que usan
elementos del Metal Progresivo, del Death Progresivo, y del Melodic Death. Pero
eso no significa que los italianos de Veneto puedan y deban ser incluidos
dentro de esas categorías. Estos tipos están más cerca de la Premiata Forneria
Marconi, Emerson Lake & Palmer y Yes que del Death Metal en cualquiera de
sus formas. Usan voces guturales, como así también hay vocalizaciones más
cercanas al Black Metal que a otra cosa. Tienen pasajes en donde predomina la
velocidad, y hay cierta tendencia a sonar oscuros y retorcidos de a momentos.
Pero son sólo recursos, herramientas utilizadas en pos de algo que no es lo que
parece. Jacopo Abbruscato (bajo), Enrico Ruberti (guitarra), Mattia Camozzi
(guitarra), Marco Pedrali (teclados y coros), Giacomo Berton (batería) y Davide
Lazzarini (voz) están mucho más cerca de la sofisticación y la autoindulgencia
de las bandas progresivas de los 70s, que de la furia del Death Metal, aun
estando presente este último género en la propuesta del grupo. De hecho, el
sonido está más cerca de una banda como Uriah Heep que de Opeth, por citar un
ejemplo. Y creo que vamos bien encaminados si tomamos a esos grupos como
referencia. Pues hay pasajes en los que la música puede recordar (al menos
vagamente) a esos 2 grandes grupos. Primo Vespere tienen esa cosa elegante
rodeando a cada canción, esa exquisita manera de tocar, aun cuando la canción
se enfoque en la parte más pesada del grupo. Tienen eso de elegir las notas,
los cambios de ritmo, los momentos en los cuales cambiar de ritmo y/o melodía.
Eligen cuando ser agresivos o cuando ser refinados. O cuando ser ambas cosas,
sin que los elementos se superpongan. Es decir, tienen varias virtudes que
inclinan la balanza a su favor. Mas eso no significa que sean una gran banda, o
que no deban pulir ningún defecto. A veces pecan de ser excesivamente
puntillosos, de trabajar de manera obsesiva en las canciones; o al menos esa es
la sensación que me dejan. Por momentos me hacen pensar que en Primo Vespere
hay poco espacio para la simpleza, para cosas más sencillas que contrasten con
los arreglos más complejos. Sin embargo, esto no le quita peso a las innegables
virtudes de un grupo que, ya con su disco debut, ponen de manifiesto que tienen
talento de sobra como para que no se los ignore.
Eso sí, si
buscas algo que suene violento a la vez que técnico y elaborado, olvídate:
Primo Vespere saben cómo ser agresivos, pero esa no es su principal cualidad.
Lo de ellos pasa por otro lado. Escúchalos y sácate las dudas.
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