lunes, 28 de octubre de 2013

Pollux - Extinction


Año: 2013
Sello: Torn Flesh Records
País de origen: Francia

¿Alguna vez imaginaste que ibas a escuchar una versión Ambient de “You Suffer”, el clásico de Napalm Death? Yo tampoco. Pero resulta que esa versión existe, y el responsable se llama Arnaud Barbe. Su proyecto/banda/como quieran llamarlo, se llama Pollux, y, en mi caso, no tenía ni idea de su existencia. Pero resulta que los amigos de Torn Flesh Records pusieron este disco (y otros más) para descargar gratuitamente desde el website del sello, y como lo que leí me resultó interesante, pues me descargué el álbum. Debo decir que si bien Pollux no es lo mejor que he escuchado en materia de Noise/Ambient y similares, lo hecho por Arnaud resulta tan oscuro e inquietante, que termina siendo atractivo para quien esto escribe.
“Extinction”, si no leí mal, está conformado por tracks extraídos de splits y compilados en los que Pollux ha participado.  Son 7 composiciones llenas de desesperación, violencia y oscuridad, generado todo esto en base a sonidos tan etéreos como inhumanos, tan abismales como alienantes. Pasa de los ruidos más caóticos a ambientaciones que abandonan el Noise para adentrarse en el mundo del Industrial (el costado más Ambient del estilo), o bien, dentro de lo que conocemos como Drone (no Drone Doom, no confundirse). Es decir, música que de carácter más bien cinematográfico, o que sería muy útil para acompañar la lectura de un libro de horror o ciencia ficción. Incluso me atrevo a decir que este disco sería una más que interesante compañía, y hasta ayudaría a inspirar, a un escritor circunscrito dentro de los géneros literarios antes citados. Cómo sea, “Extinction” crea imágenes mentales a base de sonidos creados por una mente para nada convencional en lo referente a lo musical.
Acá no hay estructuras tradicionales, no hay ritmos de ninguna índole, ni si quiera hay métricas convencionales. O, en todo caso, esto puede ser catalogado de convencional por aquel que acostumbra a escuchar este tipo de música a diario, mas no por el individuo que suele esquivar este tipo de creaciones. Más allá de si Pollux es una cosa u otra, su música no es para ser escuchada ni apreciada en cualquier instante del día. Hay que estar en un estado mental particular para adentrarse en el digital y sombrío mundo de Pollux. Cada uno sabrá cuándo es ese momento. Yo, por lo pronto, elijo escuchar este disco en soledad, a oscuras.



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