Año: 2013
Sello: Acid
Cosmonaut
País de
origen: Italia
Toda esta
movida vintage, retro, o como mierda quieran llamarla, me tiene cansado.
Sinceramente, la mayoría de las bandas que se enmarcan dentro de esta movida,
me parecen un montón de snobs jugando a ser genios de los 60s/70s, pero más
enfocados en cuestiones accesorias que en entender y tratar de revivir el
espíritu de dicha época. Pero, como ya dije, eso es lo que pienso de la mayoría
de los grupos del estilo. Manthra Dei no son parte de la mayoría, son parte de
la minoría. Y dentro de esa minoría de muy buenas bandas, Manthra Dei se
posicionan entre los mejores. Hacia mucho tiempo que no escuchaba un grupo que
tuviera tan en claro cómo recrear los sonidos y las zapadas hipnóticas de los
60s y los 70s. Hacía mucho que no me encontraba con una banda tan compenetrada
con lo que hacen, tan apegados a la esencia de lo que hacen. Hacía mucho que no
me encontraba con músicos tan serios, preocupados por la música y no por la
imagen o por tener instrumentos y equipos de aquella época. Quizás los Manthra
Dei le den importancia a lo accesorio. Pero lo mantienen en un segundo plano,
por detrás de lo realmente importante: la música. Música que da inicio con un
estupendo instrumental llamado “Stone Face”, en donde el tecladista de la
banda, Paolo T. se luce derrochando talento e ideas a granel; mas no por eso
hay que obviar lo hecho por los demás integrantes. En los casi 11 minutos que
dura esta canción, todos los integrantes hacen y deshacen a su antojo,
desandando el camino de dicha creación como si estuvieran zapando, creando
sobre la marcha, dejándose llevar. Pero esto no es solamente en este track,
sino en todo el disco, llegando al pico máximo de inspiración en "Urjammer", un soberbio
viaje lisérgico, con pasajes que recuerdan al “Set The Controls of the Heart of
the Sun” de Pink Floyd.
Paolo T.
(teclados), Paolo V. (guitarra), Brano (bajo) y Michele (batería y voz)
interconectan sus mentes, y ensayan un viaje en el tiempo y el espacio a través
de los infinitos matices –galácticos y terrestres- que dan color y forma a un
disco de otro tiempo, pero nacido hoy. Un disco que, si te digo que fue grabado
en el 69, nadie podría decir que miento. Todo está hecho como debe ser para que
la música suene como se pretende que suene. Y en eso fallan la mayoría de los
grupos del estilo: se olvidan de la atmósfera, de la esencia, de la música, y
no logran recrear lo que pretenden recrear (ni siquiera logran crear, ya no
sólo recrear). Manthra Dei no cometieron ese error, y crearon un disco
estupendo.
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