Año: 2012
País de origen: Argentina
Sello: Witness Hell Productions
El Doom, de todos los géneros que integran el Universo
Extremo, es uno de los menos practicados en nuestro país. Usualmente, los
músicos apuntan hacia el Death, el Black, el Thrash (el que más adeptos tiene en Argentina) e incluso el Grind en todas sus
vertientes. El Doom, si bien cuenta (y contó) con algunos exponentes
interesantes, lo concreto es que la cantidad de bandas dedicadas a tocar tan
especial estilo no abundan. Desde hace un tiempo, la tendencia parece querer
revertirse, y poco a poco el horizonte se ve más poblado. Dentro del cúmulo de
agrupaciones que deciden caminar por la senda de la miseria y la perdición,
encontramos a Dead Rooster, quienes vienen a aportar su cuota de lentitud y
magia negra. Con tan sólo 4 canciones, éstos amantes de los ritmos arrastrados
se presentan en sociedad, en medio de acordes densos y maquiavélicos, y un aura
a ritual mágico que voltea. Si bien de a ratos se tiran hacia el lado del Drone
Doom, nunca llegan al nivel de opresión y tortura al cual nos acostumbraron
bandas como Sunn O))). En todo caso, cuando encaran para ese lado del Doom, lo
hacen con reminiscencias de los viejos Earth (no el de la etapa más Western) e
incluso algo de Khanate por ahí. Personalmente los encuentro más cercanos a
bandas como los malditos de Goatlord, Doom Snake Cult, y hasta algún que otro
pasaje en donde aparece la influencia de otra banda de culto: Dream Death. Con
esos argumentos sonoros, la banda que cuenta con El Topo en guitarra, Lucien
Anello (bajo y voz), y Mariano Paz en batería (aunque, según leí, las baterías
fueron grabadas por Diego Luthor), se sale de los parámetros compositivos y
sonoros a los cuales son tan propensos la mayoría de los músicos metaleros
argentinos. Y digo esto porque no es habitual encontrar bandas que busquen
expresarse de ésta manera, sin ser originales en absoluto, pero, al menos,
intentando hacer y ser distintos a la mayoría de las bandas que existen (y
existieron) en nuestro país. Ok, Dead Rooster no descubren la pólvora ni mucho
menos; no creo que figure en los planes de la banda, sinceramente. Pero tienen
un puñado de virtudes que, de ser aprovechadas, deberían permitirle al grupo
salir de nuestro medio, para salir a recorrer parte del mundo. Esas virtudes
están más que claras, y surgen a primera oída. A saber, las atmósferas están
muy bien logradas. El sonido es rudo, cavernoso y oscuro, justo lo que el
estilo de la banda exige. En la faz compositiva exhiben dos cualidades muy
elogiables: ponen todo en el lugar correcto, y saben hacia dónde van. Y hacen
Doom, un género que venía pidiendo a gritos que aparezcan más bandas en nuestro
medio, y que esas bandas sean de buen nivel. Junto a Dead Rooster hay otros
exponentes del Doom a nivel local, y hasta ahora, no escuché ninguno que me defraude.
Esperemos que siga así la cosa. Y esperemos que Dead Rooster no detengan su
evolución.
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