Año: 2013
Sello: Venal Producciones
País de origen: Argentina
Lo primero a lo que presto atención en la música (cualquiera
sea el género abordado por la banda/solista en cuestión) es lo que la música
dice. La música es un lenguaje, y, como tal, lo importante está en lo que se
dice, y en el cómo se dicen las cosas. En el caso de Morbid Suffering, el
lenguaje utilizado permite que uno haga una apreciación inmediata: estos tipos
están locos. Desde mi punto de vista, eso es un punto a favor, pues el Death Metal
no puede (ni debe) ser tocado por timoratos ni personas comunes que pasan sus
vidas metiendo las narices en trivialidades. El Death Metal es una música
jodida, y como tal, debe ser compuesta y tocada por gente jodida. Así de simple
y sencillo. Es música malvada, oscura y violenta, Morbid Suffering entienden
que las cosas son y deben ser así, y para darle mayor credibilidad a la cosa,
son lo que deben ser para tocar lo que tocan. Es decir, si bien está claro que
los integrantes de MS no van por la vida matando, desollando, mutilando y
torturando gente a diestra y siniestra, también está claro que son unos
morbosos de aquellos. A eso sumale que los tipos escuchan y tocan Death Metal
desde hace mucho tiempo (todos sus integrantes cuentan con bastante experiencia
sobre sus espaldas. Por dar un nombre, el guitarrista es Diego Cortese, de
Eternal Grave y Rigor Mortis –los argentinos), y que todos sus conocimientos
están puestos al servicio de la banda. ¿Resultado? Un disco poderoso, lleno de
furia y maldad (es uno de los discos más mala onda que he escuchado en mucho
tiempo, al menos dentro de la escena Extrema argentina), intenso como el que
más, y oscuro hasta inquietar. Ya con los títulos de las canciones uno se va
dando una idea de por dónde viene la mano. “C.H.A” (Compulsiva Hemorragia
Anal), “Hasta la Última Gota”, “Tu Olor a Niña y Sangre” y “Secciono Sus
Pechos” son los títulos de algunas de las mórbidas canciones contenidas en este
debut de MS; y les puedo asegurar que el morbo no pasa sólo por los nombres de
las canciones. La música suena tal como la describí antes, y entre la música,
las líricas y los títulos, el trío logra hacer un todo que chorrea sangre,
flujo y demencia. En cuanto a lo estrictamente musical, hay algunas influencias
que me vienen a la mente (Dark Disciple, Num Skull, Massacre y otros
similares), pero nada que termine en copia. De hecho, MS demuestran tener
bastante personalidad.
Para muchos, “Trasladando Muertos” puede resultar ofensivo.
Es lógico que así sea. Al fin y al cabo, estamos hablando de un grupo que hace
Death Metal, con muchos pasajes bien thrashers, y que de entrada pone las cosas
bien en claro: acá no vas a encontrar nada que se aleje de la esencia de tan
perverso género. Y me gusta que así sea, realmente me gusta.
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