Año: 2012
Sello: Moonlight Records/Lo-Fi Creatures
País de origen: Italia
La sobreabundancia de ediciones hace que uno se pierda de
muchas cosas. Hay que decir la verdad: hay demasiadas bandas, todas tienen su
grabación dando vueltas por ahí, ya sea editada por un sello, de manera
independiente, en formato físico o digital. Es imposible dedicarle tiempo a
todo lo que está sonando, a todo lo que está ahí fuera. Y justamente por eso,
uno se pierde de escuchar muchas cosas en tiempo y forma. Por ejemplo, este
primer disco de los italianos de Caronte salió el año pasado, y nosotros ni
enterados estábamos. Nos enteramos gracias a Andrea del sello Moonlight
Records, para ser más exactos, y nos enteramos una vez comenzado el 2013. Y,
personalmente, me dio bronca no haber escuchado este disco en el momento justo,
pues de seguro lo ponía entre los mejores discos del año. Es que, siendo un
obsesivo de la música dura tal como soy, no me gusta que discos tan
aplastantes y poderosos como este se me pasen por alto. Caronte te patean los
huevos, así de simple. Con su Stoner Doom en la vena de grupazos como Electric
Wizard y sus compatriotas de Ufomammut, los Caronte te dejan absolutamente
hecho mierda con sus potentes y certeros golpes al mentón. Van lento (no muy
lento) y seguro, a paso firme y decidido, directo a aplastar a quien se
interponga en su camino. Suenan realmente pesados, pero muy pesados Y, lo
mejor del caso, tienen ideas estupendas. Ahí está la cosa, ahí es donde ganan
puntos los italianos: en las ideas. Bandas que tengan un sonido saturado y
demoledor, sobran. Bandas que toquen lento, pesado y con mucha atmósfera,
sobran. Pero no sobran bandas con buenas ideas. Caronte no tienen ese problema:
los tipos saben. Por ejemplo, la idea de usar cantos propios de la tribu Navajo
en medio del atronador sonido del grupo, es una idea genial, encajando a la
perfección dicho recurso entre tanta pesadez. Usar esas voces graves, profundas
y mántricas, similares a la de los monjes tibetanos, también es una idea
fabulosa, que no hace más que potenciar la gravedad del sonido del grupo. Y los
huevos que le ponen, la garra, la entrega absoluta en cada puta canción, hace
que las ideas crezcan, se agiganten hasta convertirse en canciones memorables.
Uno de los responsables de que Caronte sea un grupo altamente recomendable es
el señor Dorian Bones, a quien seguramente conocés por ser el cantante de los
geniales Whiskey Ritual. A su lado están Henry Bones en bajo, Mike De Chirico
en batería, y Tony Bones en guitarra. 4 tipos decididos a aplastarte de tal
forma, que van a tener que usar una espátula para sacarte de la pared, o para
despegarte del piso, dependiendo de donde te agarren parado.
7 temas en poco más de 53 minutos. Un sonido ultra Heavy.
Ideas, fiereza, actitud desafiante y músicos talentosos. Era imposible que
“Ascensión” sea un disco del montón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario