viernes, 19 de agosto de 2011

Disma - Towards The Megalith

Año: 2011
Sello: Profound Lore Records
País de origen: U.S.A.

Y un día volvió Craig Pillard a su primer gran amor: el Death Metal. El otrora legendario vocalista de Incantation, el tipo de las letras blasfemas e infernales y el vozarrón de ultratuma, está de vuelta haciendo aquello que enloqueció a miles de dementes a principios de los 90´s, cuando Incantation editó el inmenso "Onwards To Golgotha". Y lo mejor es que Pillard, junto a los limados que lo acompañan en esta aventura extrema, no sólo retoma la senda que dejó tras alejarse de Incantation, sino que lo hace manteniendo el nivel superlativo de aquellos tiempos.
Influenciados por bandas imprescindibles como Autopsy, Obituary, los míticos Necrovore, el primer Grave y, como no, Incantation, ésta novel, pero experimentada agrupación americana nos regala EL DISCO death metalero del año, y por que no, una de las mejores placas extremas editadas en lo que va del siglo. Un Death Metal que lacera la piel, y no conformes con eso, desgarra la carne y la tritura: eso es lo que vas a encontrar aquí.
Oscuro, denso, aberrante e inquietante, “Towards the Megalith” estremece y sumerge al oyente en las tinieblas de un sub-mundo horripilante y alienante. Las guitarras y el bajo, afinados bien abajo, son la fiel representación de una volcán en erupción, en medio de la más cerrada de las noches, una noche eterna y sin luna. Cada riff, cada pulso, cada nota, está tocada con tanto odio, con tanta vehemencia, que me es imposible no pensar en un río de lava incandescente cubriendo (y destruyendo) todo a su paso. La batería, monolítica y monstruosa, explota en infernales blast beats que devienen en ritmos leeeentos y arrastrados, o bien en medios tiempos frenéticos, demostrando que no hace falta ir todo el tiempo a mil para provocar esa sensación de estar ante algo realmente violento. Y la voz emerge desde lo más profundo de la tierra, gutural, de ultatumba, tan cavernosa como la que los enormes Incantation usaron a lo largo de toda su carrera. Vociferando todo tipo de horrores y blasfemias, el vozarrón infernal de Craig Pillard asusta, aun asusta. En conjunto, los enfermos estos conforman un combo demoledor, asesino y para nada accesible al oído no entrenado. Algo que, en definitiva, no es otra cosa que lo que buscamos los fans del más jodido Death Metal. Sin virtuosismo estéril, ni caer en lo vanamente pretencioso, y demostrando que el viejo y querido Death Metal está vivo y sediento de sangre. SALVE DISMA! SALVE CRAIG PILLAR! LARGA VIDA AL DEATH METAL!    

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