Windir - 1184

Año: 2001
Sello: Head Not Found

Cuando Valfar murió, murió Windir. Con él se fue el espíritu de un grupo muy especial, con él se fue el alma de una banda que vivía lo que describían en sus épicas canciones. De hecho, Valfar murió atrapado por aquello que tanto veneraba. Valfar murió atrapado por una tormenta de nieve, un frío inclemente que le provocó una hipotermía que acabó con su vida. Su vida, dedicada a la cultura, tradición y todo lo inherente a su país, sobre todo la naturaleza y el clima, terminó como si hubiera estado escrita para agigantar su figura.
Fundador de Windir, banda que en realidad fue su proyecto, al cual incorporaba músicos sesionistas, encontró recién la banda que lo acompañe definitivamente en este disco. ¡Y que disco! Una creación tan poderosa como emotiva, en donde el clima frío y los vientos nórdicos arremeten a la par de los sonidos grandilocuentes que dominan la placa. Riffs nacidos para ser himnos, exudan emotividad y garra vikinga, musicalizando paisajes de bella impronta, dando color y marco a batallas en medio de la nieve, dibujando escenarios majestuosos. Valfar, figura excluyente del disco, y líder absoluto de su banda, deja el alma en cada composición, como si en cada tema estuviera escribiendo un epitafio a futuro. Canta con garra estremecedora, toca el bajo, el acordeón, mete teclados adicionales, y hasta toca la guitarra. Y se pone al frente de un vendaval de Black/Viking que en vez de arrollar con su furia incontrolable, pone el énfasis en la melodía, en los climas, en el sentimiento de una obra trascendental. Claro que la furia no está descuidada, ni mucho menos marginada; es tan sólo que se la usa como un componente más, con el cual se logra resaltar el clima épico que inunda el disco.
No se si Valfar sabía que su final iba a llegar 3 años después de semejante disco. A veces creo que sí, y por eso se apuró en dar vida a algo tan glorioso como "1184". Basta con escuchar el enorme "Journey To The End" para saber hasta donde llegaba la capacidad de este joven talento nórdico. O bien, basta con escuchar el disco entero, de un tirón.