Año: 2010
Sello: Nuclear Blast
Entre tantos grossos de lo Extremo que ya editaron sendas grabaciones (grossísimas, por cierto) en lo que va del año, faltaban estos pioneros. Malevolent Creation está de vuelta, y lo hacen con la categoría intacta. Vaya novedad! MC jamás editaron un cd medianamente flojo, y este nuevo trabajo de una las bandas más influyentes del Death, no es la excepción a la regla. 10 trompadas en medio de la frente, una patada en los dientes y otra en las costillas. Y al piso, amigo mío. Es la tradición de estos oriundos de Florida (no, de Tampa no. Son de Fort Lauderdale), una sana tradición: dejarte hecho mierda con cada disco que lanzan. ¿Cuantos cambios de formación han sufrido? Incontables. Sin embargo, el blondo Phil Fasciana no ha dejado de mantener viva a su criatura. Y la ha mantenido viva y sedienta de sangre y tripas. Jamás traicionaron al género que abrazaron desde un principio, ese Death Metal 100% americano, que sigue sonando como una máquina demoledora de ciudades.
Aquí lo vuelven a hacer, sin perder un ápice de todo lo que Malevolent Creation es, lo que han hecho durante más de 20 años: Death Fucking Metal. Sigue el entrañable Brett Hoffmann en la voz (el mismo que grabó el eterno "The Ten Commandments"), y siguen sonando a ellos mismos.
No hay nada que hacerle, hay grupos que jamás fallan. Los MC están en la lista.
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