domingo, 3 de septiembre de 2017

Our Place of Worship is Silence - The Embodiment of Hate


Año: 2016
Sello: Broken Limbs Recordings
País de origen: USA

Siempre es bueno encontrarse con bandas que intentan empujar los límites. Aunque no lo logren del todo, aunque se queden en algún lugar del camino, eso no importa tanto. Lo importante es que asuman riesgos, que no teman salirse de los moldes preestablecidos. Our Place of Worship is Silence es una banda que está asumiendo riesgos, y por eso solo ya merecen todo mi respeto. Porque son valientes, además de estar brutalmente enojados y no escatimar esfuerzo a la hora de escupir su odio a través de sus canciones. Valoro eso, creo que todos deberíamos hacerlo.
"The Embodiment of Hate" es el primer disco full de la banda californiana en la cual encontramos a miembros y ex miembros de grupos como Lake of Blood, TEETH, Knelt Rote, entre otros. Tocan un Death Metal blasfemo y mugriento, extremadamente atmosférico en gran parte del tiempo, con voces al frente y contrastes rítmicos marcados. La voz gutural está ahí, al lado de uno, casi tapando al resto del grupo, con el apoyo de gritos desgarradores que se cruzan con la voz de ultratumba. Las guitarras machacan, serruchan, atacan, engendran. No están en el lugar que acostumbramos a escuchar a dicho instrumento en el Death Metal (al frente), pero cumplen un rol fundamental con sus riffs lacerantes y armonías y disonancias atormentadas. Y no me voy a olvidar del consistente trabajo realizado por la base rítmica, nunca cayendo en lugares comunes, pero sin que esto implique tocar cosas que no encajen con la propuesta. Hay quiebres y matices rítmicos extraños, pero también hay momentos (muchos) en donde impera la ferocidad habitual en el género.
Quizás la única acotación negativa respecto al primer full lenght del combo californiano, venga por el lado del sonido, pues en su afán por darle a la voz un rol preponderante, el resto de la banda terminó sonando de fondo, casi sepultada bajo los guturales. Si hubieran logrado un mayor equilibrio entre el volumen, entre las estridencias de cada instrumento, OPOWIS hubieran convertido a su debut en una obra maestra. Mas, aun cuando a la placa le falta mejorar en el aspecto referente a la producción, lo concreto es que los tipos exudan odio y blasfemia a más no poder. Cada canción es una envolvente llamarada de fuego infernal que se propaga sin encontrar un límite, y la agresividad llega a ser tan grande y tan real, que ponen al oyente en estado de psicosis. En otras palabras, es fácil ponerse violento escuchando el primer larga duración de la banda que le dedicó el disco a su ex bajista Tim Butcher, fallecido en el 2015.
Me gusta esta banda, y me gusta porque juegan con las texturas sin alejarse de la esencia del Death Metal. Hasta se atreven a meterse en el retorcido universo del Black/Death en varios pasajes, y en pos de insultar musicalmente a todo aquel que se interponga en su camino, nos vomitan un cover de Clandestine Blaze en nuestras caras ("Church of Atrocity"). Me gustan porque están enfermos, pero tienen talento y saben cómo ser retorcidos sin perder de vista lo esencial: la música. O sea, es un buen debut, y deja con ganas de más al oyente. De hecho, me pregunto cuándo saldrá lo nuevo del grupo a la calle.

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The Black Birch PR

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