domingo, 16 de abril de 2017

Boris with Merzbow - Gensho


Año: 2016
Sello: Relapse Records (USA, Canadá Y Europa) / Daymare Recordings (Japón. Edición limitada de 4 cds).
País de origen: Japón

No es la primera vez que estos monstruos de la experimentación realizan una colaboración entre ellos. Si mi memoria no me falla, es la sexta vez que sus caminos se cruzan para dar rienda suelta a los que ambas bandas saben y pueden hacer: manipular sonidos, jugar con las texturas, atrapar al oyente y ponerlo de rodillas. Cada uno con lo suyo, cada uno con sus herramientas. Por supuesto, el disco salió a través del sello idóneo para lanzar una obra de ésta envergadura: Relapse Records, meca de los sonidos extremos más vanguardista que éste servidor haya escuchado en los últimos 25 años.
"Gensho" tiene la particularidad de que se puede escuchar (y comprender) como una obra en conjunto -o sea, una colaboración dividida en dos partes: un disco por banda-, como un split doble, o bien, como obras separadas de cada banda, pero editadas en conjunto. Es que cada grupo hace lo suyo en un disco, siendo Boris quienes se hacen cargo del primer disco, y por consiguiente, Merzbow está en el disco 2. Vayamos con la obra de Boris.
Es bien sabido que el trío gusta de pasearse por diferentes matices y estructuras, pero manteniendo una personalidad bien definida y clara. Hagan lo que hagan, sea Drone, sea Noise o Dreampop (y hasta podemos agregar algo de Post Rock por ahí), el grupo integrado por Takeshi, Wata y Atsuo permanece inalterable en su esencia. Dicha esencia emerge de entrada, dejando en claro ya en las dos primeras canciones, cuáles son las líneas sonoras y compositivas que tienden a seguir estos japoneses. Comienzan con "Farewell", en donde las melodías vocales de neto corte onírico (aquí surge la influencia del Dreampop a todas luces) contrastan con la muralla sonora levantada por las guitarras y el bajo, todos afinados y ecualizados de la manera más grave y atronadora posible. Inmediatamente se tiran para el lado del Drone, con ése abrumador tema llamado "Huge". Y así continúan hasta el final, fluctuando entre una y otra faceta del estilo del grupo, con la calidad y profundidad acostumbradas.
Por cierto, el lado perteneciente a Boris no contiene baterías, y dicho material no es otra cosa que versiones sin batería de canciones que Boris ya habían grabado previamente, incluyendo entre dichas pistas una composición del genial Kevin Shield; me refiero a "Sometimes", de mis amados My Bloody Valentine.
Luego, en el disco dos, aparece el señor Masami Akita, más conocido como Merzbow. Lo suyo es lo que uno espera y desea de él: RUIDO. Así, sin rodeos, Merzbow se dedica a explorar los umbrales del terrorismo sonoro, montando un caos de texturas que oscilan entre los sonidos más agudos y desesperantes, con subgraves que, obviamente, subyacen ahí, bien debajo de todo.
Como siempre, lo de Merzbow es una tortura sonora constante, desarrollada con todo el odio y la locura habituales. Y no defrauda, nunca lo hace. Es que Akita juega con las texturas abordando el horror propio del Noise (o Harsh Noise), pero jugando con las formas de fondo, las cuales van mutando y conjugándose hasta convertir cada pista en un cúmulo de abominaciones que conviven y se unen hasta convertirse en un solo horror. A veces, y mientras escucho las tonalidades usadas en "Planet of the Cows", el track que abre el disco de Masami, pienso que este japonés toma cosas de los viajes sonoros de John Coltrane y los inserta en su mundo de ruido enfermizo. En otras palabras, MERZBOW.
Cabe acotar que cada disco tiene la misma duración, es decir que cada álbum dura casi una hora con quince minutos. Vale la pena, por cierto, adentrarse en el universo de cada uno de los grupos implicados en esta magnífica obra de arte. Que no es música para todo el mundo, a eso ya lo sabemos. Mas, para aquellos que realmente gusten de ambas bandas, les aconsejo no perder el tiempo. Tanto Boris como Merzbow, lo hicieron de nuevo.

Bandcamp
Boris
Merzbow
Label
Earsplit PR

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