domingo, 13 de noviembre de 2016

Blackdeath - Totentanz


Año: 2016
Sello: Heidens Hart Records / Hammer of Damnation
País de origen: Rusia

Los conocí hace unos 13 años, con su segundo disco full ("Fucking Fullmoon Fundation", año 2002). No me parecieron la gran cosa (y siguen sin parecerme la gran cosa), pero algo me llamó poderosamente la atención: la crudeza. En esa crudeza subyacían sentimientos negativos y destructivos que empujaban a la música del grupo y le daban una energía brutal. Técnicamente, la banda siempre se ha movido en terrenos más bien primitivos, y ahí residía parte de la crudeza que tanto me impactó. El otro aporte a dicha crudeza provenía desde el sonido, tan sucio y orgánico como reventado.
Pues bien, hoy me toca reseñar este disco, tras varios años sin escuchar al combo de San Petersburgo. Y me encuentro con un compilado que muestra al grupo tal como lo conocí, y más rabioso aun. Se trata de un disco que condensa ambas ediciones de "Totentanz", la primera y la segunda, ambas lanzadas en sus respectivos momentos como parte de los splits que la banda grabó (y lanzó) junto a Mortifera y Leviathan (2004 y 2005, respectivamente). Son 9 tracks tocados con toda la furia, con esa suciedad tan Punk emergiendo desde los instrumentos tocados con más enojo que técnica, algo que les permite acrecentar esa sensación de odio incontenible que rodea a la obra del grupo ruso.
La portada del disco también dice mucho acerca de la banda, señalada por muchos como una banda NS, aunque ellos siempre han mostrado una afición más fuerte hacia el anticristianismo, satanismo y paganismo, inclusive (aunque el tufo a nazismo sea demasiado fuerte como para ocultarlo). Mas, aquí no estamos para hablar de política, esta reseña es acerca de música: y, en este caso puntual, se trata de música iracunda a más no poder.
El sonido es realmente precario, aunque ambos trabajos han sido remasterizados para la ocasión. Y, como bien dije antes, la banda rezuma primitivismo y odio a más no poder, algo que sale a la luz apenas suena el segundo track del disco, esa bola de ira llamada "Wenn der vierte Mond fallt" (tras una intro apropiada para desatar el caos, por cierto).
Interesante idea la de poner las canciones salteadas, intercalando una del split con Mortifera con las del split con Leviathan; o sea, suena una de "Totentanz" y luego otra de "Totentanz II". En realidad, es interesante, y valioso para el fan de la banda, que estos trabajos hayan sido recuperados y editados en conjunto, en un mismo disco. El fan de Blackdeath estará (y está) más que contento. Mientras que los que no somos seguidores del grupo, pero gustamos -de manera medida- de la música del grupo tenemos una chance de conocer más a fondo a estos salvajes y odiosos rusos. En cuanto al que no le gusta este tipo de Black Metal crudo e inmundo, además de la enorme carga de intolerancia que lo rodea, pues mejor le recomiendo seguir en su propio mundo; acá no hay para para ustedes.

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1 comentario:

J/ dijo...

Habrá que darle átomos entonces.