Año: 2016
Sello: Xtreem Music (CD, Digital, vinilo 12") / Disembodied Records (CD, Cassette)
País de origen: Argentina / Bélgica
Y un día, Vibrion volvieron a sacar un disco full. Pasaron casi 20 años desde el lanzamiento de "Closed Frontiers" (el último LP de la banda hasta la fecha, lanzado en 1997), y pasaron 14 años desde "Instinct", aquel muy interesante EP que Luis Guardamagna grabó junto a músicos belgas, en Bélgica. Por lo tanto, teniendo en cuenta la distancia entre los últimos trabajos de la banda y este "Bacterya", las expectativas eran altas. Eso me lleva a la siguiente pregunta ¿llenó las expectativas generadas este nuevo opus? Sí, claramente. Obvio, habrá (y hay) quienes levanten su voz en contra del grupo diciendo que "Bacterya" no está a la altura de lo esperado, que no hicieron nada nuevo, etc. Me importa poco y nada, sobre todo porque este blog nació para expresar mis opiniones, es un blog cuyo único fin es dar rienda suelta a mi subjetividad, no a las opiniones ajenas. Pero, basta de vueltas, vayamos al disco.
Cuando supe que Luis y sus muchachos estaban pariendo una nueva infección empecé a elucubrar acerca de cual estilo iban a abordar. ¿El Grind/Death virulento pero muy bien tocado de los comienzos? ¿El Death Metal con visos de Morbid Angel y Celtic Frost, con pasajes de ritmos arrastrados que contrastan con los blast beats inhumanos, estilo que tan bien llevaron a la práctica en el momento más difícil para tocar Death Metal? Desde mi perspectiva, suponía yo que iban a seguir éste último camino y así fue. Ello queda expuesto apenas comienza el disco con el repiqueteo infernal de "Day of Replication", un certero disparo en la sien que te deja babeando y agonizando de entrada. Lo primero que emerge ante uno es la tremenda labor de Laye Les Pessy (actual baterista de los brutales Putrid Offal), uno de los pilares sonoros sobre los cuales se asienta parte de lo que escuchamos acá. El otro pilar es Luis y sus oscuros, densos y muy bien ejecutados riffs (además de su voz a la Tom Warrior). Y el tercer soporte fundamental, pero no por eso menos importante, es el sonido del grupo, tan espeso como marca el estilo (esto es Death Metal, acá no hay espacio para florituras), pero con toques de modernidad que amplían los márgenes del estilo a base de samples, sonidos industriales que se meten por aquí y por allá, y detalles como el etéreo solo en el track que abre la placa (el ya citado "Day of Replication"), entre otras cosas.
El disco, básicamente, nos muestra las dos facetas de la identidad del grupo, todo muy bien amalgamado y acomodando las canciones en un orden tan bien planeado que no hay manera de que "Bacterya" canse. Tan pronto como nos tiran en la cara una bomba como "The Worm Immune" o "Circles are Closed", tan pronto como eso nos desarman y nos arrastran con composiciones mórbidas y pantanosas como "Hidden Plague Disseminator" o la que da nombre al disco, con su porteñísimo bandoneón dando pie a un riff monstruoso (aspecto que no hay que dejar pasar por alto: Vibrion adoptó una manera muy singular de mezclar lo gris del Tango con lo demoníaco de los riffs más densos de Morbid Angel, una marca registrada del grupo).
Así está estructurado el tercer disco full de una banda a la cual hace años dejé de ver como una banda argentina. Ya sea por la nacionalidad de algunos de sus integrantes, ya sea porque Vibrion se estableció como banda en Bélgica, a Luis y los suyos los veo como una banda internacional. Mas, no sólo lo antes dicho hace que los vea de esa manera: la calidad exhibida en cada trabajo me hizo comprender que Vibrion habían nacido para trascender las fronteras de nuestro país para convertirse, tarde o temprano, en un grupo de nivel internacional. Así debe ser, amigos, siempre debió ser así, y debería ser siempre así: que la música no tenga fronteras y que se privilegie la calidad y el gusto personal por sobre cualquier cosa. Además, cuando hablo de Grupo de Nivel Internacional, estoy hablando de una banda cuya propuesta va más allá de lo que es el consumo interno; hablo de bandas que lograron crear algo que supera los límites establecidos por el chauvinismo y la idiotez nacionalista. Hablo de música que trasciende, como la que siempre hizo Vibrion. Como la que siguen haciendo, en otras palabras. "Bacterya" no me permite mentir.
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