sábado, 2 de julio de 2016

Jack - Neurózis


Año: 2016
Sello: Give Praise Records, Vleesklak Records, Here and Now Records, Uterus Productions (vinilo) / Skullcrusher Records (CD) / Power Ranger Records (cassette).
País de origen: Hungría

Grindcore es estado de máxima pureza es lo que nos traen estos húngaros destructores de tímpanos. Alguno dirá que acá hay bastante de Thrash y Crossover metido en el asunto, y yo que digo que sí, que es así. Pero ¿acaso esos estilos no estaban dentro de las influencias del Grindcore cuando éste comenzó? Veamos, lo que debe prevalecer en el Grindcore, para que sea tomado como de la vieja escuela, son los blast beats, el doble ataque vocal (con preponderancia de los growls), riffs que van del machaque alocado al serrucho tipo thrasher/crossover en las partes no tan rápidas, cortes rítmicos simples pero poderosos (que van del medio tempo a partes más aceleradas pero acompasadas que invitan al mosh), composiciones breves y explosivas, y ese sonido lo-fi pero estridente que es tomado del Punk más duro. Jack posee todas esas características, o sea, tocan Grindcore puro, sin rodeos. Basta con escuchar una sola canción de este buen disco para darse cuenta de lo que digo. "Neurózis" es un disco de Grindcore, sin ambages, hecho y derecho. Y es un disco creado y grabado por una banda para nada nueva, pues ya llevan 20 años dando vueltas en el underground. Claro, provienen de un país al cual uno no suele tener en cuenta a la hora de buscar nuevos valores, una de esas tontas actitudes que algunos de nosotros solemos adoptar a la hora de buscar música nueva. Pero resulta que en Hungría hay buen Grindcore, desde hace años lo hay y Jack es uno de los pilares del estilo en dicho país.
Virulentos, radicales, conocedores al dedillo de todas las características esenciales del estilo y dueños de una energía destructiva, estos húngaros nos entregan un disco en el cual sobran los buenos momentos ("Elképzelt valóság", "Mélyaltatás" y "Börtön rácsok nélkül" a la cabeza), siendo el momento que más disfruto el del final, con el track que lleva el nombre del álbum y su opresiva atmósfera industrial, plagada de sonidos asfixiantes y arreglos netamente industriales.
Evidentemente, estos tipos han crecido escuchando a bandas como Napalm Death, Phobia, Assück y Terrorizer. Evidentemente, estos húngaros aman tocar Grindcore. Y, evidentemente, voy a tener que seguir buscando más bandas de éste estilo en Hungría. Hasta ahora, todas me han gustado.

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Grand Sounds