Año: 2016
Sello: CDN Records
País de origen: Canadá
El costado más moderno del Brutal Death y el Slamming Brutal Death. Ya saben, técnica depurada, producción que hace hincapié en la claridad del sonido, contrastando lo brutal de la música con la limpieza del sonido (detalle usado para darle un toque futurista al mismo, además de permitir que la banda no suene como una bola de ruido), breakdowns, gore y todo eso que ya conocemos al dedillo. Hay muchas bandas como Corprophemia en la actualidad, las hay buenas, malas y otras que tienen lo suyo, pero sin sobresalir. Corprophemia se encuentran en este último lote y voy a explicar por qué pienso de esta manera.
A veces, el deseo de cargar la música con arreglos complejos hace que los músicos se inclinen por un sonido excesivamente pulcro, prístino. Un sonido hi-fi que es muy útil para exhibir determinadas cualidades (la pericia de los instrumentistas, los arreglos, los detalles), pero que, en el caso de una banda de BDM, también puede jugar en contra, contrarrestando la brutalidad tan buscada con la claridad del sonido. Eso le pasa a Corprophemia, no encuentran un equilibrio entre la parte más cuidada y técnica de su propuesta con el lado bestial de la cuestión. Entonces sucede que tenemos un disco que se queda a mitad de camino entre ambas características del estilo del grupo y casi nunca logran amalgamar ambas partes de la personalidad de la banda. No es difícil lograrlo, muchas bandas suenan extremadamente brutales, sin que ello implique sonar old school o lo-fi; bandas como Abhorrent Castigation, Abominable Putridity o los rusos de Katalepsy han logrado ser modernos, brutales y tener un sonido prístino y atronador a la vez. Pero Corprophemia fallan en eso, lamentablemente.
No así en lo compositivo, en donde sí aciertan bastante, aunque tampoco sean la banda destinada a convertirse en los nuevos dioses de la brutalidad. Digamos que tienen un puñado de buenas ideas y que saben plasmarlas, pero tampoco les sobran las buenas ideas. Tienden a moverse en un plano donde lo Correcto le gana la pulseada a lo Bueno. Así y todo, acá hay 30 minutos de Brutal Death moderno, con las consabidas partes Slam y esos breakdowns tan precisos, ideales para que los karatecas que copan en el moshpit cuando tocan este tipo de bandas, realicen sus movimientos tan estudiados. 30 minutos de música en la que hay un interesante grado de complejidad, pero a la cual le falta conexión entre las dos facetas de la identidad de un mismo grupo.
Label
Fullblast
Youtube
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