Año: 2016
Sello: NRT-Rrecords
País de origen: Austria
Antes de comenzar siento la necesidad de aclarar un punto importante y que espero que no llegue a afectar la imparcialidad de este review y el tema es que…no me gustan las bandas con sentido del humor; es decir, la comicidad en la música. Y la verdad que resulta a esta altura una afección en cierto modo, ya que esta dificultad hace que me cueste un Perú escuchar, por ejemplo, a ZAPPA (salvando apariencias) sin dejarme la sensación de estar perdiéndome de algo. ¿Y por que lo pongo como ejemplo? Porque justamente fue él quien se pregunto en un álbum en vivo: “Does humor belong to music?” (Pertenece el humor a la música?) y dentro de mi cabeza siento que contesta la voz de punk bien en pedo…”NAH!” Hecho el descargo, me encuentro ante el segundo larga duración de Proll Guns, que ya anduvieron por este lugar con su Ep “Fucking Troublemaker”, que a esta altura se podría tomar como preámbulo de lo que venia. El trío sigue la línea de sus anteriores trabajos y lejos de haber algún cambio (Ni les debe importar la verdad…y esta perfecto) algunas cosan se magnifican. Bastante variado y sin muchas pretensiones, la sucesión de temas es perfecta. De sonido limpito aderezado con riffs cuadrados para sacudir melenas y que de a ratos se pone “Panteroso”. Fueron ciertos arreglos compositivos y de producción los que me sorprendieron para bien, y algunos detalles como el sonido del banjo, que desde luego es el sello de la banda. Pero…EL detalle: La propuesta bizarra no deja de eclipsar a la música. Veamos, una banda austriaca de Thrash haciendo un híbrido que mezcla Rock n’ Roll sureño, emulando todos los tics y clichés del genero y ataviados de ropajes salidos de un western de bajísimo presupuesto, todo tapado bajo una bandera confederada. Tan “cutre” que resulta gracioso y atractivo. Algo así como un Asspera, pero de todas maneras, tratemos de no quedarnos solo con la impresión, “Horseflesh BBQ” tiene buenos momentos capaces de musicalizar lo pormenores de un hipotético asado cervecero. Algunos temas repiten del ya mencionado Ep, es el caso de “Horseflesh BBQ”, “From Texas To Hell” y la gancherisima “Fucking Troublemaker”. Algo de Slide y “headbanging” en “Reno Gang” y la revisión de “Looking Out My Backdoor” de Creedence que se lleva el gato al agua, son lo mas saliente del disco. Sin más para desmenuzar y mirándolo desde una perspectiva general es un trabajo prolijo, entretenido de escuchar, mas allá de alguna falencia en cuanto a la lírica que de tan simples pecan de ingenuas y repetitivas. Si no te importa mucho el inglés o no lo manejas mucho, pasa tranquilamente. Como ya dije, disquito para la previa de birras, vino, fernet o vermucito a la espera del aplauso para el asador.
LUCAS MRBT
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