Año: 2015
Sello: Caverna Abismal Records
País de origen: Chile
Había tenido la chance de escucharlos hace un tiempo, cuando alguien me hizo escuchar un compilado llamado "Decapitated Nazarene". Me llevé una buena impresión de estos brutos oriundos de Rancagua, Chile, pero al poco tiempo les perdí el rastro. Mas, resulta que un día abro mi cuenta de e-mail y me encuentro con material editado por el sello Caverna Abismal Records, un muy interesante sello portugués dedicado a promover los sonidos más cavernosos (algo obvio) y endemoniados que hay sobre la faz de la Tierra. Y entre esos discos (en formato digital) que me habían enviado, estaba este disco. El mismo fue lanzado originalmente en el año 2010 por el sello Proselytism, en formato de CD. Caverna Abismal decidieron que relanzar esta animalada en formato de cassette (edición limitada de 200 copias) no era mala idea, y gracias a esa decisión es que hoy tengo la chance de escucharlo y reseñarlo.
Insano, satánico hasta la exasperación, brutal y oscuro de forma monstruosa, el único disco full del combo chileno es puro y maléfico Death Metal en la vena de Incantation, Vasaeleth o el primer Immolation, aunque sin los pasajes Doom de estas bandas y, claro está, con la identidad sudamericana a flor de piel, con todo lo que ello implica. Diabolical Messiah es como si estas bandas decidieran pisar el acelerador a fondo a tiempo completo, sin dar respiro alguno, sin apelar a los ritmos fúnebres y mortuorios. En todo caso, lo mortuorio llega a la velocidad de la luz y actúa como si la parca apareciera sorpresivamente en la vida de alguien para ponerle fin abruptamente a la misma. Y, por supuesto, todo sucede en medio de un caos diabólico incontenible, en el cual se rinde culto al Maligno sin miramientos, adorándolo con devoción y ejecutando música infernal de la manera más brutal posible, como si tocando de esta manera fueran a desatar una guerra satánica cruenta y sin fin.
El sonido ayuda, y mucho, en eso de llevar al oyente a imaginar un escenario sanguinario y macabro, ritualístico y morboso. Pesado, bestial, gutural hasta el paroxismo, el grupo chileno suena como una horda de demonios gigantescos en medio de explosiones y vientos de holocausto. "Buried Throne" y "Curse of Megatons" son las pruebas más contundentes de lo que digo, aunque sean tan sólo dos (inhumanas) muestras de lo que son capaces estos trogloditas. Dos muestras que podrían variar según el día y el oyente, al fin y al cabo, todo el disco mantiene la misma postura y el mismo estilo: Death Metal aniquilador y satánico. Y bien hecho, muy bien hecho. Tan bien hecho, que me veo obligado a escucharlo de nuevo ahora mismo.
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