miércoles, 2 de marzo de 2016

Crows - Carry this Flesh


Año: 2015
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: España

Con buena predisposición encaré tanto la escucha como la reseña de este disco de la banda procedente de Barcelona. Apenas me llegó el material a mi cuenta de e-mail, esbocé una sonrisa al leer que la banda se autoclasificaba con estos rótulos: Hardcore-Grindcore. Dos estilos que me encantan, y que unidos suelen ser una verdadera bomba. Pensaba en bandas como Trap Them, algunas cosas de mis amados Converge, Nails y ese tipo de bandas. No me equivoqué pues por esa senda van los ataques sonoros de esta banda. Más, hay algo que me gustó más aun y es que Crows no son una copia de nadie. Los tipos explotan, se dejan llevar y tiran toda la carne sobre el asador, y lo hacen con total honestidad, sin deberle nada a nadie. Sí, hay influencias, eso es inevitable. Pero las influencias no son más que eso, acá no hay plagio a nadie, más allá de las inevitables similitudes con tal o cual banda. Y eso suma muchos puntos a favor de la banda de Barcelona.
El disco empieza destilando furia a más no poder. "Progressively Assume" tiene tanto de Hardcore como de Grindcore, todo condensado en 1 minuto con 48 segundos de pura violencia. A partir de ahí, ya no hay tiempo para analizar nada; el torbellino sonoro se desata y no hay quien lo pare. Ni siquiera en "Death Sentence" y su lentitud Doom, con atmósferas densas y acordes eternos (además de la base lenta, colindando con el Sludge), trae algo de paz, pues los tipos terminan enloqueciendo y mandan a la mierda toda la lentitud arrastrada del comienzo para terminar arrasando con ritmos ultra-veloces y violencia al por mayor. "Carry This flesh", el tema, es otro de los temas diferentes y sobresalientes, con sus medio-tempo asesino, como si estuvieran conteniéndose en sus ganas por pisar el acelerador y demoler todo a puro blast beat. De hecho, terminan acelerando, terminan metiendo un blast beat atronador, por lo que esa contención dura poco y nada. Es más, todo el disco es eso: explosión tras explosión. Incluso cuando parecen contemplar la chance de bajar unos cambios, incluso cuando logran llevar a cabo esa necesidad de frenar, la furia los domina y vuelven a los ritmos infernales, las guitarras incendiarias y los gritos...bueno, los gritos están presentes en todo el disco.
Joder, esperaba que el disco esté bueno, pero no esperaba que sea tan bueno. En serio, lo de estos tipos no es para tomárselo a la ligera, es para tomárselo muy en serio. Son violentos, sí, pero son buenos músicos y, como si esto fuera poco, saben componer. O sea, completos los muchachos.

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