Año: 2015
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: USA
Y un día, blurring lanzó su primer disco full. Lo esperaba con ansias, sinceramente. Los conocí a través del primer Demo, lanzado hace 2 años ya, y desde ahí les fui siguiendo los pasos atentamente. Otro Demo, un split junto a Zarnica y Main Strike, el EP "Rat Bait" y, finalmente, este autotitulado y desollador full lenght lleno de caos, disonancias y locura. Claro, no podía esperarse otra cosa de semejante Dream Team del Grindcore; pues, sí, esto es un Dream Team. ¿Responsables? Tomen nota: el baterista es Erik Burke, guitarrista de Nuclear Assault, Sulaco y ex miembro de Brutal Truth. El responsable de la voz es el ex Warblade Mark Welden, dueño de una voz que podría encajar a la perfección tanto en bandas de Grindcore como en Necrophagia (tiene algunas inflexiones vocales a la Killjoy) o en un grupo de Black Metal. Las guitarras corren por cuenta de Nattering Barstool (Matt Colbert, ex miembro de Kalibas) y Skodag ((Scott D'agostino, otro ex Kalibas). Y el bajista...bueno, de pie, pues el bajista es Balth, más conocido como Dan Lilker, el mismo entrañable bajista de Brutal Truth, Anthrax, Nuclear Assault, S.O.D. y un largo listado de nombres. Con semejantes nombres ¿alguien puede pensar que algo puede salir mal? No, es imposible que algo salga mal y, de hecho, "Blurring" (el álbum) está muy lejos de tener algún punto flojo. Todo lo opuesto, es un torbellino de riffs disonantes, voces infernales, ritmos epilépticos y demencia a granel. E ni mi idioma, eso significa que es un muy buen disco.
Alguno dirá que todas las cualidades antes mencionadas no aseguran que un disco sea bueno. Pero si dichas características son manipuladas por tipos que saben cómo usarlas en su beneficio, pues el resultado va a ser siempre bueno. Este disco es un ejemplo de lo que digo, y los fans del más esquizofrénico Grindcore no tardarán en darme la razón. Es que estamos ante un disco lleno de vicio sonoro, pletórico en destrucción de parámetros convencionales, en donde no hay un lugar firme donde pisar pues el piso se mueve constantemente. Es como estar en medio de un terremoto intentando agarrarse de algo sólido. Mas, cuando logras agarrarte de algo, te das cuenta de que ese objeto está siendo sacudido por el movimiento telúrico. Y es ahí cuando te das cuenta de que todo, sí, TODO se mueve. Eso es lo que me transmite esta oda al caos, una insana cruza entre Discordance Axis, Brutal Truth y los momentos más acelerados de Deathspell Omega, pero a cargo de tipos con una personalidad tremenda y u talento a prueba de todo.
Por cierto, el sonido es tan filoso y desequilibrante como la música misma, algo que sea veía venir. O sea, los tipos estuvieron a cargo de prácticamente todo: composición, la mezcla (junto a Doug White), la producción y, por supuesto, llevar a cabo este desorden encantador que terminó siendo, nada más ni nada menos que, el primer disco de un súpergrupo que muchos aun no han descubierto.
Bandcamp
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