Año: 2015
Sello: Dunkelheit Produktionen
País de origen: Perú
Dunkelheit Produktionen es un muy interesante sello alemán dedicado a lanzar material de bandas de Black, Death y Doom Metal, principalmente. Tienen en su catálogo lanzamientos realmente de culto de bandas como Mystifier, Les Fleurs du Mal, Nachtvorst, Blasphmachine, entre otros. Ahora ponen a la venta este segundo álbum de los peruanos de Rito Profanatorio, banda de culto si las hay en sudamérica, y que ha comenzado a diseminar su pestilente obra en el mundo entero. Como es sabido, en países como Perú, Colombia y Bolivia, se encuentran las bandas de Black y Death más rústicas y aberrantes de toda la región, y Rito Profanatorio no son la excepción a la regla. De hecho, son uno de los exponentes más fieles y granados de dicha movida extrema, vomitando odio y oscuridad con tanta fuerza, que abruman.
Violentos, crudos, extremos hasta decir basta, los peruanos blasfeman con visceralidad, arremeten contra los Sagrado de manera furiosa y rinden culto a todo lo que sea Perverso y Malvado con una convicción de fierro. Ahora bien ¿y la música? Black/Death rudimentario y directo, nada de ambages, amigos míos. Estos tipos no se andan con vueltas, van directo a al hueso. Títulos como "Rameras del Diablo", "Epítome de la Perversión", y sin ir más lejos, el título del disco, clarifican el panorama aun antes de escuchar la placa (sumen el cover de Hadez "Sodoma y Gomorra" a la lista). Mas, cuando el disco comienza a sonar, ya no quedan dudas: estos animales sólo quieren destruir tímpanos. Y lo hacen, aunque no llegan a ser tan destructores de tímpanos como blasfemos. Y, en ese caso, la falla está en la crudeza del sonido, el cual, si bien aporta el aire bestial que el disco debe tener, le resta poder a los instrumentos, incluso dejando a la guitarra casi tapada por la batería en la mezcla final. Pero, seamos justos, este segundo opus de Rito Profanatorio se destaca más por su maldad intrínseca, por su violencia palpable y por su honestidad brutal, antes que por la calidad del producto en sí. Por lo que no hay que exigir demasiado, aun a pesar de que es evidente que, con una mejor producción, este trío sonaría devastador.
Un disco tan insano como recomendable, de una banda que se merece todo mi respeto, editado por un sello que apoya incansablemente a los exponentes más profanos del underground mundial.
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