Año: 2015
Sello: Iron, Blood & Death Corporation
País de origen: Suecia/Costa Rica
Si se juntan 2 tipos que saben de Death Metal, que aman el estilo, y que no dudan en poner todo de sí para que el proyecto salga bien, indudablemente, las cosas van a salir bien. Es el caso de este dúo conformado por 2 tipos que, a esta altura, ya deben ser conocidos por la gran mayoría de los fans del Death Metal. Me refiero a Rogga Johansson (sí, este es otro de sus tanto proyectos, ya innumerables) y Ronald Jimenez, alias The Master Butcher, uno de los hombres detrás de esa ascendente banda costarricense llamada Insepulto. Como ya dije antes, han hecho un buen trabajo juntos, algo que era de esperarse. Bueno, de Rogga podría haber esperado cualquier cosa, sinceramente. Es que el sueco, últimamente, ha sacado a la luz proyectos de nivel variado, pasando por cosas más que interesantes (Down Among The Dead Men, Putrevore y, por supuesto, Paganizer a la cabeza), y otros que, bueno, tienen cosas que no pasan de mediocre. En cambio, The Master Butcher ha mantenido un nivel bien parejo con la única banda que he podido escuchar de todas las que lo han tenido, o lo tienen, como integrante; me refiero a Insepulto, ese interesante grupo de Death Metal que ya hemos reseñado aquí.
Ahora bien ¿alguien sería capaz de apostar algo por la chance de que estos tipos juntos no iban a hacer un disco de Death Metal? Pues si esa persona existe e hizo la apuesta, más que equivocado estaba. Era cantado que este iba a ser un disco de Death Metal, y lo es. Y es un disco realmente atractivo para el oído acostumbrado a las guitarras con afinaciones ultragraves, voces guturales, atmósferas tétricas y un sonido cavernoso. Aunque, cabe aclararlo, la introducción de corte cuasi Industrial, hace presumir que la cosa va por otro lado. Mas toda especulación insensata queda hecha añicos una vez que comienza a sonar "Worms in Holy Flesh", y el Death Metal explota en nuestras caras.
Denso, con influencias de ambos lados del Atlántico (o sea, hay tanto de grupos norteamericanos como Massacre como de bandas suecas como Grave), bien tocado, bien producido y bien compuesto, "The Inexorable..." transcurre sin altibajos, y con algún que otro momento álgido ("Skull Crushing Death" y "Exequies for a Moribund God" son muy buenas canciones). No abundan los blast beats, si bien hay momentos realmente rápidos. En todo caso, la banda se centra en la pesadez antes que en la velocidad, en los sonidos de ultratumba antes que en desarrollar una carnicería sonora a cualquier precio. Y, por sobre todas las cosas, buscan crear composiciones que sean memorables -para el oído entrenado, claro-, sin perder ni un ápice de furia en el intento.
Un disco breve, contundente y clásico, enmarcado dentro de lo más puro y tradicional del estilo. En otras palabras, un disco recomendable para los adoradores de los sonidos más pútridos.
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