Moloch - Verwüstung

Año: 2014
Sello: Metallic Media/Human To Dust
País de origen: Ucrania

Ya lo dije alguna vez, y lo sigo sosteniendo: Ucrania está creciendo a pasos agigantados dentro de la escena de la Música de Metal. Y bandas como Moloch aseveran lo que digo. Bueno, lo de banda es, en cierto modo, un decir, pues Moloch es en realidad Sergiy Fjordsson, mente, alma y cuerpo detrás de este proyecto que se caracteriza, entre otras cosas, por ser muy prolífico. No tengo la cantidad exacta de ediciones hechas por Moloch hasta la fecha, pero mi cálculo es que debe estar cerca de las 4 o 5 ediciones anuales, incluyendo split, EP's y discos full. Desde el 2002 que Fjordsson no para de crear y grabar sus creaciones, evolucionando ostensiblemente en cada trabajo. "Verwüstung" es uno de los pasos evolutivos más contundentes de este talentoso artista ucraniano (dueño del sello Depresive Illusions). Siguiendo la línea trazada desde un comienzo, Fjordsson vuelve a dar rienda suelta a su pasión por el Black Metal, como así también por la música Ambient más oscura. De hecho, el disco comienza con un instrumental de corte Ambient, el cual nos pone en trance, llevándonos hacia el frío recoveco en el cual comienza a tejerse la maraña de canciones negativas, negras y agresivas de Moloch. Terminada la introducción, Sergiy nos escupe su odio con una canción en donde sus gritos provocan desesperación y agonía al mismo tiempo. "Blutmond" es la canción en cuestión, y como ya es costumbre en su faceta más blacker, Sergiy demuestra que es él quien tomó la posta dejada por Vikernes cuando el noruego decidió no seguir tocando Black Metal. Moloch hace la música que Burzum ya no hace, pero la hace sin poner en riesgo su propia personalidad, y eso es algo realmente elogiable.
Entre la misantropía intrínseca en este tipo de Black Metal y el Depressive Black (hay melodías realmente angustiantes que ponen a Moloch muy cerca de bandas como Strid, por ejemplo), "Verwüstung" irradia energía negativa. Y ¡oh casualidad! mi tema favorito del disco se llama "Negativität", una obra maestra que empieza de manera furiosa, con un riff incendiario que se sostiene sobre un blast beat explosivo, y que deviene en una canción cuya cadencia pone al oyente en estado de oscura hipnosis. En esa línea, aunque sin la incontrolable violencia que contiene el comienzo de esta canción, transcurre este desolador, pero muy atractivo, trabajo de Moloch. Mas no perdamos de vista la afición de Sergiy por la música ambient, algo que queda expuesto tanto en el primer track como en el que cierra el disco, que no es otro que el track que da nombre al disco, y el cual está dedicado al mismísimo Varg Vikernes.
Al final, como canción oculta, tenemos esa belleza que encontramos 9 minutos de finalizado el último corte, y que no es otra cosa que una sinfonía de Chopin. Un final de lujo para un disco que pone al oyente al borde del abismo emocional. Un disco para el cual Sergiy contó con músicos invitados, como es costumbre ya, pues Moloch es él y solamente él. Un disco en el que hay un sólo punto débil, si es que se lo puede llamar así, y es que resulta demasiado parejo, al punto que, sacando a "Negativität", no más momentos deslumbrantes. Pero, y he aquí algo realmente positivo, "Verwüstung" es un disco tan homogéneo como bueno. Así como no hay muchos momentos trascendentales, no hay ni un solo instante flojo. Todas las canciones son buenas, el sonido es perfecto para este tipo de música. La portada transmite lo mismo que transmite la música, y escuchar este álbum resulta tan entretenido para el oído entrenado, que hasta se me hace corto.
En resumen, Moloch confirma que el status de culto que ha alcanzado gracias a su talento y constante labor está más que justificado. Y, de paso, demuestra que su capacidad creativa está lejos de agotarse.

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