Año: 2015
Sello: Zann's Music
País de origen: Argentina
Esperaba este disco, pero no esperaba que este disco sea lo que es. ¿Cómo es eso? ¿A qué me refiero? Paso a explayarme. Uroboros me han gustado desde un principio por las siguientes cualidades intrínsecas a su música: dureza, pesadez, oscuridad, crudeza, pasión y honestidad. Al enterarme de la salida de este álbum, el primer disco full del grupo, me preparé para encontrarme con todas las características antes mencionadas, pero no esperaba encontrarme con algo más que eso. Me refiero al grado de experimentación alcanzado en "Deiphaomega", nivel de experimentación que supera lo hecho en sus trabajos anteriores, y que abre el abanico de posibilidades sonoras de un grupo que ya había dado muestras de no querer estancarse, pero del cual no esperaba un salto cualitativo tan grande de golpe. Jamás temieron jugar con las formas, nunca le esquivaron al bulto cuando hay que incorporar elementos que, para el oído conservador, pueden resultar ajenos a la propuesta del grupo (no es mi caso, claro está). Y esa falta de temores a la hora de probar con cosas que puedan expandir los horizontes creativos del grupo surgen de manera espontánea a primera oída, pero descubren elementos novedosos a medida que el disco avanza.
Mayor variedad vocal (la participación del otrora cantante de Abolition of Impediment Gabriel "Virulo" Parra Yañez en los tracks 1, 7 y 8, Patricio Lerma en los tracks 4 y 8, y el talentoso Manuel Platino en el tema 8, además de las voces propias del grupo, o sea, las de Ignacio y Sebastián), pasajes acústicos ("Círculo Ártico" posee arreglos acústicos realmente exquisitos), un violín que aporta una deliciosa cuota de melancolía en momentos puntuales ("El Último de los Caídos" es lo mejor en cuanto a la participación del instrumento tocado por Agustín Mendoza Paz, pero no por eso hay que desmerecer el muy buen trabajo suyo en tracks como "El Fin de la Cosecha", con toda su elegancia Avantgarde a cuestas -Platino la rompe en el saxo-, o en "El Mecanismo de Antikythera"), el saxo, instrumento que ya fue parte de otras grabaciones del grupo, y la cantidad para nada despreciable de influencias variadas, arreglos, cortes, atmósferas e ideas tan bien pensadas como trabajadas.
Siguen siendo un grupo pesado y oscuro hasta decir basta. Cuando se ponen densos, te aplastan, sin vueltas. Pero, como ya dije antes, estos tipos no temen empujar sus propios límites un poco más allá cada vez que se presenta la oportunidad. La oportunidad se les presentó y se llama "Deiphaomega", un disco para escucharlo sin interrupciones, contemplando los detalles con atención, y disfrutando del todo sin prejuicios de ninguna índole. ¿Doom? ¿Sludge? ¿Post Metal? Todo eso y más aun.
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