Año: 2015
Sello: Static Tension Recordings
País de origen: UK
Al ver la portada imaginé un disco de Thrash, sí, pero no este disco de Thrash. Imaginé algo crudo, violento, con influencias de Exodus, Nuclear Assault y todas esas bandas a las cuales hoy se les roba impiadosamente. Sin embargo, mi primera impresión (provocada por la portada) quedó lejos de la realidad cuando la música comenzó a sonar. Es que este segundo disco full de Reign Of Fury, si bien es Thrash, es un Thrash más melódico y refinado de lo que esperaba. Y, en base a esto último, debo admitir que el disco en cuestión me resulta bastante ameno.
Reing of Fury es un grupo inglés que comenzó su carrera hace 9 años, y que ya ha compartido escenarios con bandas como Onslaught, Hatebreed y Xentrix, entre otros. Y, por lo que se puede escuchar en este disco (no escuché el debut, un disco llamado "World Detonation"), no les interesa sonar como clones de los grandes del Teutonic Thrash, ni convertirse en copias burdas del Thrash de la Bay Area. Lo de estos británicos es más sofisticado, melódico y prolijo en todos los aspectos. Una voz limpia va al frente, marcando diferencias con aquellos grupos que usan voces rasgadas. Las guitarras, tan pronto como acuden al machaque tradicional del género, apelan a las infalibles guitarras gemelas, recurso que usan para cargar de melodía cada composición sin que esto implique una pérdida de energía. De hecho, Reign Of Fury demuestran saber cómo conjugar agresividad y melodía sin que estos elementos se superpongan o se anulen mutuamente. "Hypnotise The Masses", "All Is Lost" y el poder cautivante de "The Love Of A Dying God" son sus mejores muestras, las canciones que resumen lo mejor del grupo, y las que sirven de mejor ejemplo para aquel que desee introducirse en el mundo de esta aun joven banda thrasher.
Lejos de copiarle a Kreator y compañía, más cerca de Flotsam & Jetsam y bandas similares, Reing Of Fury demuestran que en el Thrash aun hay tela para cortar. Y lo hacen sin aportar algo original, pero animándose a hacer algo menos extremo, menos crudo, más prolijo y cuidado, pero efectivo y distinto a lo que hacen la mayoría de los grupos thrashers actuales.
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