miércoles, 4 de febrero de 2015

Doomraiser - Reverse (Passaggio Inverso)


Año: 2015
Sello: BloodRock Records
País de origen: Italia

No es la primera vez, ni será la última, de eso estoy seguro, que el material que nos llega desde tierras tanas está basado en medios tiempos lánguidos, atmósferas tan densas como obscuras e impregnadas de notorias influencias setentosas. Y este es el caso de Doomraiser, banda que cuenta con una decena de años a cuestas de carrera, tres LP, más varios Split, demos y EP’s que lamentablemente hasta ahora para quien escribe jamás llegaron a sus oídos. Circunstancia que rápidamente intentaremos subsanar, pues tras degustar su cuarto disco de estudio “Reverse (Passaggio Inverso)” las sensaciones que nos quedaron fueron más que positivas. Hoy en día no basta con describir el estilo de una banda solamente como Doom, es necesario detallar un poco más al respecto, pues la gama de variantes que permite tal género se ha hecho cada vez más amplia, y ni hablar las vertientes que se pueden desprender a partir del mismo. El caso de los tanos no es precisamente el de la experimentación, pero tampoco son de quedarse cómodos sobre lo ya probado y gastado, por más evidentes que sean las influencias (Cathedral sobre todo), en esta ocasión se vuelven aún más oscuros y densos, creando atmósferas que por momentos (sólo por momentos) recuerdan a My Dying Bride, siendo la voz un factor muy importante para que esto suceda. Así mismo La interpretación de Nicola “Cynar” Rossi se asemeja bastante en las partes limpias a la del vocalista de la banda compatriota The Foreshadowing, casualidad o no, la misma es impecable. El disco arranca con “Addiction”, sintetizador mediante describiendo una melodía fría cuasi espacial sacudida por riffs Doomtescos, con el bajo marchando cansinamente acompañado por juegos de tombs que hacen más solemne dicha marcha encabezada por los cantos ceremoniales de Rossi. Pero es cuando entran las guitarras que explota el tema: riff monolítico que pone los pelos de punta, aplastante, más todo lo que se puede pedir a un tema del género, gancho, medios tiempos y aceleración en los momentos precisos, como dictan los manuales Sabbathicos. “Mirror of Pain” continúa con la mística subyacente del anterior, con una nueva intro gélida que da paso a otro cañazo rompecuellos bien en la vena de Cathedral, riff simple pero efectivo, con un coro de esos que se te quedan en el cerebro dando vueltas más los solos correspondientes hasta que la cosa sin previo aviso se torna realmente turbia, muy densa, haciendo imaginar que el final no será para nada feliz. De esta manera da paso a “Ascension 6 to 7”, siguiendo la tónica de la anterior, aunque más dramática que maligna; una auténtica clase de Doom de principio a fin, como habíamos mencionado antes, con un gran manejo los tiempos, sacando riffs y melodías de la galera sin guardarse nada, para luego dar vuelo a la psicodelia, pero sin abandonar nunca la oscuridad ni la mística “cósmica” en la que venían proyectándose, no sin antes arrastrarte de los pelos por las ciénagas más pantanosas. Sin dudas una de las gemas del redondo, temaso. “Apophis” cambia un poco el aire, más dinámico y ganchero si se quiere en su leitmotiv, abandonando de a ratos la mala onda, pero siempre recordándote que aquí nadie la pasa bien, ya que caen en la pesadumbres hasta extinguirse para dar paso a “In Winter”, donde los medios tiempos plúmbeos asedian pesimistas para activarse heavys hacia la mitad con un riff que derrocha clasicismo, impecable. Pero a no ilusionarse, los tanos nuevamente dejan en claro que lo suyo son y serán las marchas abrumadoras, en este caso aprovechándose de la psicodelia y hasta cierta esencia drone para enterrarte vivo una vez más entre acoples y sonidos de ultratumba que dan continuación al tema que cerrará la placa “Dio Inverso (Reverse)”, sumando mala onda y obscuridad, completando una idea que dejan en claro desde el principio. Esto de Doom tradicional sólo tiene el concepto, porque a la hora de ir a los bifes los medios tiempos se devoran todo intento de rockearla, pocas veces pisan el acelerador, ojo, que cuando lo hacen te pasan por arriba, pero no es esa la idea, los romanos se sienten más cómodos, como dijimos anteriormente, arrastrando y asfixiando al oyente que dándole una razón más para mover la patita. Personalmente agradecido, por supuesto. A la formación la completan Montagna y Serpico en las guitarras, Andrea “BJ” Caminiti en el bajo y Daniele “Pinna” Amatori en los parches. Sólida y contundente, muy ajustada pero con la soltura necesaria para adentrarse en los pasajes psicodélicos, y con una producción acorde o incluso mejor aún de lo que suelen entregar estas clases de trabajos. Muy recomendable.

(review escrita por Juanlón, guitarrista de Disnomia)

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